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Se cumplen 48 años de uno de los episodios más oscuros de la última dictadura cívico-militar argentina: "La Noche de las Corbatas". Entre el 6 y el 8 de julio de 1977, once personas, en su mayoría abogados laboralistas, fueron secuestradas en Mar del Plata por el Ejército Argentino y sus cómplices civiles. De ellas, seis continúan desaparecidas hasta el día de hoy.

El operativo, bautizado así por los propios secuestradores, tuvo como objetivo a letrados cuya labor principal era la defensa de los derechos de los trabajadores. Según diversas investigaciones, ninguno de los secuestrados tenía vínculos con la lucha armada ni una militancia orgánica activa, lo que subraya la naturaleza selectiva y represiva de la acción.

Un ataque a la defensa de los trabajadores

Un reciente libro que aborda este trágico suceso, del cual se reproduce un fragmento, intenta arrojar luz sobre las verdaderas razones detrás de la persecución a estos abogados. Más allá de las biografías y los detalles de los secuestros y detenciones en centros clandestinos, la obra destaca la intervención directa de la dictadura en la disputa por la distribución del ingreso en Mar del Plata.

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Pablo Waisberg, uno de los autores, señaló que apenas un mes después del golpe de Estado de 1976, la Ley de Contrato de Trabajo fue modificada y cercenada. El principal compilador de dicha ley fue Norberto Centeno, uno de los abogados desaparecidos en Mar del Plata. Waisberg explicó que "La Noche de las Corbatas fue llevar al territorio, a la calle, aquella reforma legislativa que se había hecho en los escritorios", evidenciando el objetivo de desarticular cualquier resistencia al nuevo modelo económico y social impuesto por la dictadura.

La complicidad civil y el Código Ético de los Abogados

Felipe Celesia, coautor del libro, resaltó la participación civil en este operativo, un aspecto crucial para comprender la complejidad de la represión. Celesia enfatizó el rol de los abogados laboralistas en la sociedad: "Estos abogados trabajaban por los más desprotegidos y tenían un código ético muy firme, de defensa de los trabajadores y sus organizaciones. De esa forma, subvertían el orden cultural que la burguesía marplatense pretendía imponer".

Este doloroso aniversario no solo recuerda a las víctimas y sus familias, sino que también subraya la importancia de la memoria y la verdad para comprender las profundas heridas que la dictadura dejó en la sociedad argentina y la relevancia de la lucha por los derechos laborales.