La confianza de los argentinos en el Gobierno de Javier Milei sufrió un nuevo revés en junio, luego de un breve repunte en mayo. El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG), que elabora mensualmente la Universidad Di Tella, registró 2,34 puntos, lo que representa una disminución del 4,6% respecto al mes anterior y lo sitúa como el tercer valor más bajo de la actual administración.
La caída interrumpe una racha de cuatro meses consecutivos en baja que se había quebrado en mayo, cuando el ICG alcanzó los 2,45 puntos. Aquel ligero aumento del 5% fue atribuido al anuncio del fin del cepo, la desaceleración de la inflación (a costa de la devaluación del dólar, un ajuste más severo y nueva deuda con el FMI).
Un camino de descenso y factores clave
Previo a ese repunte, la confianza en el Gobierno había caído ininterrumpidamente desde enero hasta abril, cuando el índice tocó los 2,33 puntos, el segundo valor más bajo en los 18 meses de gestión de La Libertad Avanza. El mínimo histórico para esta administración se registró en septiembre, con 2,16 puntos, en el marco de la intensa ebullición universitaria.
Aunque el nivel actual de confianza (2,34) es aún superior al registrado en junio de 2017 durante el gobierno de Mauricio Macri (2,6% más) y en junio de 2021 bajo la gestión de Alberto Fernández (37,1% más), la tendencia a la baja es clara.
A pesar de que la inflación de alimentos ha mostrado signos de desaceleración, la gestión de Milei enfrenta múltiples desafíos que parecen impactar negativamente en la percepción pública. Entre ellos se destacan la búsqueda de nuevas confrontaciones políticas, la detención y proscripción de la expresidenta Cristina Kirchner, el aumento del desempleo, la ausencia de inversiones, la marcada caída del consumo y las crecientes demandas sociales de diversos sectores, como el de discapacidad, las universidades y, de manera prominente, el personal del Hospital Garrahan.