El vocero presidencial, Manuel Adorni, intentó desmarcar a la Casa Rosada del creciente escándalo que rodea al diputado libertario José Luis Espert, quien ha sido señalado por sus presuntos vínculos financieros con el empresario argentino condenado por narcotráfico, Fred Machado.
Durante su habitual conferencia de prensa, Adorni fue enfático: "No soy vocero de Espert, ni hablo en nombre de él". Sin embargo, reafirmó que el legislador tiene la obligación de dar explicaciones públicas. "Espert está obligado a dar explicaciones porque es funcionario. Nosotros estamos obligados a dar explicaciones de todos, aunque implique su desarrollo en la actividad privada”, declaró.
La Definición de Corrupción y el Endoso Presidencial
El vocero intentó reducir la gravedad del asunto a una cuestión de uso de fondos públicos, al asegurar que “hay corrupción siempre y cuando haya uso indebido de fondos públicos”. Con esta frase, Adorni buscó trazar una línea entre las acusaciones que pesan sobre Espert y una definición legal de corrupción que no involucre transferencias privadas.
A pesar de su intento de distanciarse, Adorni tuvo que abordar el apoyo incondicional del presidente Javier Milei, quien compartió el descargo de Espert en redes sociales calificando las acusaciones como una "inmunda y burda operación montada por el kirchnerismo".
Para el vocero, la publicación de Milei en X (antes Twitter) fue un respaldo claro: “Si Javier Milei hizo esa publicación, sabe lo que pasó”. Adorni interpretó el gesto presidencial como una ratificación de que Espert está "limpio" de culpabilidad. No obstante, insistió en que la responsabilidad de las justificaciones recae enteramente sobre el diputado.
Espert admitió haber recibido USD 200.000, aunque argumenta que el dinero provino de una empresa minera guatemalteca (Minas del Pueblo) por servicios de asesoría y no directamente de Machado, como sostiene la Justicia estadounidense, que además lo vincula a 35 viajes en "taxis aéreos" supuestamente financiados por la red del narcotraficante.