El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, lanzó una dura advertencia sobre el escenario "dramático" que enfrentan millones de jubilados en Argentina. En diálogo con el programa AIRE 6AM, Semino hizo un crudo diagnóstico de la realidad actual: "La crisis ya no es solo alimentaria, es también sanitaria y habitacional. Lo que se está perdiendo, además de la calidad de vida, son vidas".
Haberes mínimos y el impacto del bono "en negro"
Semino cuestionó severamente el funcionamiento del sistema previsional, señalando que, desde hace años, el haber jubilatorio no alcanza para cubrir las necesidades básicas. "Estamos hablando de más de seis millones de beneficios, de los cuales cinco millones corresponden a jubilados y pensionados que cobran la mínima. Y en muchos casos, se trata de personas con discapacidad que reciben sumas aún más bajas", detalló.
Además, denunció el impacto negativo del congelamiento del bono previsional, calificándolo como "un disparate". Este bono, una suma no remunerativa y discrecional, permanece sin actualización desde hace más de un año. "No hay país en el mundo que pague jubilaciones con una parte en negro", criticó Semino.
Según explicó, la situación se agravó drásticamente con la inflación. "Durante este año, la suba del haber fue menor al aumento del costo de vida. En julio, por ejemplo, el reajuste fue del 1,5%, pero se aplicó solo sobre el haber, sin contemplar el bono, lo que significa un aumento real de apenas 0,8%", precisó.
Deterioro de la salud y situaciones extremas
El defensor también remarcó el preocupante deterioro en el acceso a la salud para los adultos mayores. "Hay personas mayores que nos dicen que toman un comprimido día por medio porque no les alcanza. Lo más grave es que la hipertensión, por ejemplo, no da síntomas hasta que produce un ACV o un infarto. Y eso es lo que estamos viendo", alertó.
Semino destacó que su oficina recibe entre 200 y 400 consultas diarias, reflejando la magnitud de la crisis. "Atendemos situaciones extremas. Personas que duermen en la calle, que no tienen qué comer, que viven en pensiones pagando $250.000 con haberes de $370.000", relató, graficando la precariedad en la que viven muchos jubilados.
Crítica a la clase política y llamado a la acción
El defensor también apuntó contra la clase política, a la que responsabiliza por la inacción. "Todos tienen responsabilidad en esta crisis. Los actores políticos están más preocupados por su lugar en las listas que por la vida de los jubilados. Y mientras tanto, la emergencia continúa", sentenció.
Semino propuso una solución urgente: destinar fondos desde los presupuestos nacionales, provinciales y municipales, en lugar de continuar con "discursos cruzados". "La gente que trabajó toda su vida merece vivir con dignidad. Hablamos de seres humanos que sostuvieron al país durante décadas. No hay reforma estructural que valga si no se resuelve primero la emergencia social", enfatizó.
Finalmente, dejó un mensaje de acción y esperanza: "Esto no es para deprimirnos, es para actuar. Con esta harina tenemos que hacer el pan".