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El encarecimiento del dólar, que tras la derrota electoral del Gobierno trepó hasta los $1.450, ya repercute en los precios de los alimentos. Un relevamiento realizado por Unidad Piquetera, la agrupación que conduce el diputado Juan Marino, detectó aumentos de entre el 7% y el 20% en productos de consumo masivo como la leche, el pan, el azúcar y la carne en barrios del conurbano bonaerense y en distintas provincias.

El sondeo, respondido por vecinos de distritos como Florencio Varela, Lomas de Zamora, Merlo, La Matanza, Esteban Echeverría, José C. Paz, Ezeiza, Lanús, Guernica, la Villa 21-24 en la Ciudad de Buenos Aires, además de localidades de Formosa y Misiones, arrojó un dato contundente: el 92,6% dijo haber notado incrementos inmediatos en comercios de cercanía. Entre los ejemplos relevados figuran: el kilo de pollo con un salto de $1.000, la leche que pasó de $1.500 a $1.700, el azúcar que subió de $1.000 a $1.200, y el pan que trepó de $2.600 a $2.800.

La encuesta también reveló que un 64,3% de los consultados detectó comerciantes que directamente suspendieron las ventas “por no tener precios de referencia”. En tanto, otro 64% aseguró que ya hay problemas de abastecimiento, principalmente en lácteos, harina, azúcar y aceite.

El ISEPCI (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) había anticipado en agosto que los productos de almacén en el Gran Buenos Aires subieron más del 6% en apenas un mes. Allí se advirtió, además, un fenómeno cada vez más visible: familias que reemplazan comidas completas por galletitas, favoreciendo la expansión de segundas y terceras marcas en el mercado.

El Índice Barrial de Precios (IBP) también registró en agosto un incremento del 6,72% en los comercios de cercanía de zonas populares. Según almaceneros, la migración hacia marcas más baratas refleja el derrumbe de los ingresos: “la gente llena la panza con lo que puede”, explicaron.

La pérdida de poder adquisitivo se confirma en el plano internacional. Un informe de la firma de pagos Moorepay, que convirtió los salarios mínimos a dólares internacionales según la metodología de Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), ubica a la Argentina en el puesto 76 a nivel global con un salario mínimo equivalente a 9.078 dólares internacionales. El contraste es fuerte con Países Bajos, que encabeza el ranking con 38.810, mientras que Gambia aparece en el último lugar con apenas 778.

En paralelo, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) informó que la venta ilegal callejera en la Ciudad de Buenos Aires creció un 10,3% en agosto respecto del mes anterior. Lo más preocupante es que el rubro dominante es justamente alimentos y bebidas (46,4%), seguido por indumentaria y calzado (32,5%).

Un informe de la consultora LCG plantea que la economía enfrenta una recesión inevitable. Con salarios planchados, falta de crédito, riesgo país en torno a los 1000 puntos y la escasez de dólares como limitante estructural, el escenario proyectado hacia 2026 tampoco anticipa mejoras significativas.