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La deuda pública argentina experimentó un significativo incremento de más de 90.000 millones de dólares durante el primer año y medio de la gestión del presidente Javier Milei. Este aumento se atribuye no solo a los préstamos de organismos internacionales destinados a mitigar la crónica escasez de divisas en el país, sino también a la colocación masiva de Letras de Capitalización (Lecap), un instrumento financiero que, según analistas, contribuye a "maquillar" el superávit financiero del gobierno.

Según el último informe de la Secretaría de Finanzas, el stock de deuda al 31 de mayo de 2025 ascendía a U$S 461.019 millones. De este monto, el 44% está denominado en pesos y el 56% en otras monedas, principalmente dólares estadounidenses y Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta cifra incluye títulos públicos en manos de privados, pasivos con entidades oficiales como el Banco Central y la Anses, y préstamos con organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial y el BID. Los compromisos de pago se extienden al menos hasta 2046, con U$S 2.400 millones aún pendientes de reestructuración de bonistas que no adhirieron a canjes anteriores.

El rol de las Lecap en el incremento de la deuda

Un factor clave en el aumento de la deuda ha sido la capitalización de bonos y letras, que sumó U$S 37.103 millones en el último año y medio. En este renglón se destacan las Lecap, que incorporan sus intereses al capital. Esta mecánica es la que permite al gobierno mantener un superávit financiero —el resultado fiscal después de pagar intereses— que en los primeros cinco meses del año alcanzó los $2,5 billones. Sin embargo, algunos especialistas estiman que estos intereses capitalizados ya representan alrededor del 5% del PBI y, si se contabilizaran de forma diferente, el tan publicitado superávit financiero se transformaría en déficit.

Mayor dependencia de organismos internacionales

La gestión actual también ha mostrado un mayor nivel de dependencia de los organismos de crédito internacionales. La deuda con el FMI creció U$S 13.153 millones, con el BID U$S 1.473 millones y con el BIRF (Banco Mundial) U$S 2.392 millones. La asistencia de estos dos últimos fue crucial en abril, cuando se hizo evidente que la política de retraso cambiario para controlar la inflación dificultaría la obtención de divisas para afrontar los vencimientos anuales.

La polémica por la deuda vuelve al centro del debate

La cuestión del endeudamiento volvió a cobrar protagonismo tras el mensaje de Cristina Kirchner el pasado miércoles, en conmemoración del Día de la Independencia. Desde su prisión domiciliaria, la expresidenta calificó la deuda como un "verdadero problema estructural" que limita el desarrollo del país. "Argentina no produce suficientes dólares para desarrollarse y al mismo tiempo pagar el endeudamiento serial, compulsivo y fugador al que nos sometieron los gobiernos de Macri y de Milei. Desde el año 1956, en que lo trajeron al FMI, nunca tuvimos este grado de dependencia", afirmó Kirchner. Además, recordó que "todavía no se le ha pagado un peso de capital al FMI" y que "los peores vencimientos de deuda de capital e intereses con el FMI y los bonistas lo van a tener que afrontar los próximos dos gobiernos".

En respuesta, el ministro de Economía, Luis Caputo, quien también fue una figura clave en la política de endeudamiento durante la administración de Mauricio Macri, presentó sus propias cifras. En una entrevista con un canal de cable oficialista, sostuvo que "la deuda la bajamos en 54 mil millones (de dólares) desde que asumimos. Su última vicepresidencia la subió en 156 mil millones. No es disputable (sic), es dato". No obstante, las cifras oficiales del propio Ministerio de Economía no coinciden con las declaraciones del ministro.

El Banco Central y la deuda en dólares

Paralelamente, el Banco Central (BCRA) también ha visto crecer sus obligaciones en dólares en los últimos meses. Si bien se desprendió de los pases pasivos en pesos, que fueron asumidos por el Tesoro, la entidad sumó a cambio los bonos Bopreal. Estos títulos, emitidos para garantizar los pagos de los importadores con deuda comercial, han transformado deuda interna en pesos por externa en dólares.

Durante 2024, la entidad dirigida por Santiago Bausili lanzó tres series de Bopreal por un total de u$s 10.000 millones. Este año, sumó una cuarta serie dirigida a empresas que deben girar dividendos al exterior, colocando ya alrededor de u$s 1.000 millones más en sucesivas licitaciones. El último balance del BCRA indica que las notas en moneda extranjera, que incluyen los Bopreal, rondan los $17,5 billones. También se consigna la reducción de las letras del Tesoro, de las cuales el equivalente a U$S 12.000 millones fueron rescatadas en mayo gracias a los dólares aportados por el FMI. Aún quedan en cartera $20,9 billones de estas letras.