El sector azucarero de Tucumán enfrenta una situación crítica que podría tener consecuencias devastadoras. Amado Daruich, vicepresidente de la Asociación Cañeros Unidos del Este, advirtió que la combinación de sequía, precios deprimidos y altos costos está llevando a los pequeños productores a una situación de "quebranto". La industria, pilar de la economía regional, pide medidas urgentes para evitar una ola de cierres.
Un negocio "insostenible": costos que asfixian
Daruich pintó un panorama sombrío para los productores. "Hoy el cañero necesita dos bolsas y media de azúcar para comprar una de abono", afirmó, para ilustrar el desequilibrio de costos que asfixia a la actividad. Además, cuestionó las versiones sobre una posible importación de azúcar desde Brasil, que, según él, solo sirve para presionar los precios a la baja en el mercado interno y perjudicar aún más a los productores.
La quema de cañaverales, una polémica con matices
El dirigente también abordó la polémica sobre la quema de cañaverales. Explicó que la gran mayoría (más del 90%) de los productores ya utilizan sistemas mecanizados que evitan esta práctica, ya que no les resulta conveniente. Sin embargo, un pequeño porcentaje sigue recurriendo a la quema porque no tiene la capacidad económica para modernizar su cosecha.
Daruich subrayó que la mayoría de los incendios no se originan en los campos de caña, sino que pueden ser provocados por imprudencia o accidentes, y que las sanciones impuestas a los productores cuando se les quema una finca terminan por "fundirlos directamente".
La incertidumbre crece en el este tucumano, donde miles de familias dependen del sector. La falta de rentabilidad y las condiciones adversas ponen en riesgo la supervivencia de una de las industrias más históricas del país.