Los Vikings nacieron cuando la Patagonia era tierra olvidada, solo reconocible por el las torres petroleras y donde muchas ciudades eran el "muy, pero muy, lejano oeste". No por los cowboys americanos, sino por la lejanía. Territorios con kilómetros y kilómetros de tierra desocupada y pueblos pequeños de 5 a 20 mil habitantes plenos de vida. Y ellos le pusieron música a aquellos días amenizando fiestas y todo tipo de reuniones sociales.
Y 60 años después volvieron para festejar con los suyos, mostrar que la magia está intacta y que la calidad musical (con intérpretes renovados, lógicamente) está intacta. Los años pasaron y la prolija cabellera negra inconfundible de Miguel Garay -mantenida adecuadamente- ya no luce su prolijo oscuro sino un llamativo blanco. Pero la chispa está intacta.
La cita fue este martes en la noche en el Centro Cultural del Parque de la Ciudad. Una buena cantidad de veteranos de aquellos días y algunos jóvenes de estos, se dieron cita para celebrar junto a la banda, su cumple 60.