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River Plate se clasificó a las semifinales de la Copa Argentina tras superar a Racing Club por 1 a 0 en un superclásico que se definió por la "ley del ex". El delantero Maxi Salas, de pasado académico, cumplió con el morbo y no necesitó ni dos minutos de juego para marcar el gol decisivo, silenciando los gritos de "traidor" que llegaban desde la popular rival.

Un inicio vertiginoso y un final caliente

El encuentro, disputado en el Gigante de Arroyito con ambas hinchadas presentes, comenzó con una ráfaga de River. Apenas se reanudó el juego tras el pitazo inicial, Salas perforó la red de su antiguo equipo, dándole la ventaja tempranera a los dirigidos por Marcelo Gallardo y cambiando de golpe el panorama de su temporada.

La primera mitad estuvo cargada de emociones. Tras el gol, la intensa presión de River casi provoca el segundo tanto de Salas luego de una mala salida de Racing. Sin embargo, La Academia también tuvo sus oportunidades, siendo la más clara un mano a mano de Maravilla Martínez que el arquero Armani logró contener con desesperación.

El complemento perdió brillo futbolístico y se transformó en un duelo de fricción y discusiones. La intensidad fue tal que el partido estuvo detenido por más de 15 minutos debido a la densa invasión de humo generada por las bengalas en el campo de juego.

La roja y el próximo desafío

Cuando el juego se reanudó, predominaron la lucha y las interrupciones, con chances escasas para ambos bandos. En el extenso tiempo de descuento —el árbitro Mastrángelo adicionó 14 minutos, sumando luego 2 más—, la frustración de Racing se materializó en la expulsión de Maravilla Martínez por una agresión, lo que complicó aún más la remontada académica.

Con la victoria asegurada, River Plate avanzó a semifinales, donde se enfrentará a Independiente Rivadavia de Mendoza. Antes de ese cruce, los de Gallardo tienen un compromiso inmediato: el próximo domingo volverán al mismo escenario, el Gigante de Arroyito, para enfrentarse a Rosario Central por el torneo local.