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El club deberá cumplir la pena en su próximo partido como local, mientras un hincha recibe dos años de derecho de admisión

Pese a la euforia por la victoria en el reciente Superclásico, el Club Atlético Boca Juniors enfrentará consecuencias disciplinarias. El Comité de Seguridad en el Fútbol impuso una doble penalización: una sanción institucional al club y una restricción individual a un aficionado.

El castigo al club se debe a los excesos observados en el recibimiento al equipo. El masivo lanzamiento de papelitos y la exhibición en las tribunas provocaron una demora en el inicio del encuentro que culminó 2-0 a favor del Xeneize.

La medida correctiva se aplicará de inmediato: Boca no podrá desplegar banderas en las tribunas del estadio en su próximo compromiso como local, el cual será este fin de semana ante Tigre por la Fecha 16 del Torneo Clausura 2025. Aunque esta sanción se considera "leve", llega en un momento crucial para el equipo dirigido por Claudio Úbeda, que busca consolidar la primera posición de la Zona A y la ventaja de localía en las fases finales.

La provocación individual tiene un costo de dos años

El Comité de Seguridad también tomó medidas contra un incidente ocurrido tras el pitido final del Superclásico. Cuando los futbolistas de River se dirigían a los vestuarios, un hincha de Boca saltó al campo de juego con su teléfono celular y comenzó a grabarlos y provocarlos. El episodio generó la reacción del jugador Maxi Salas, quien intentó golpear el dispositivo.

Tras revisar las grabaciones y confirmar la identidad del fanático, las autoridades determinaron imponerle un derecho de admisión de dos años. Esta restricción le impedirá asistir a cualquier evento deportivo en el país durante dicho período.

A pesar de esta situación extradeportiva, el presente futbolístico de Boca es inmejorable: la victoria sobre el Millonario aseguró la clasificación a la Copa Libertadores 2026 y mantiene al equipo en la cima de su grupo de cara a la definición del Torneo Clausura. El club buscará cerrar la fase regular con una victoria en La Bombonera, aunque sin el colorido habitual de sus aficionados.