Juan Román Riquelme, máximo ídolo y actual presidente de Boca Juniors, revivió el dramático y controversial episodio de su transferencia al F.C. Barcelona en 2002, lanzando duras críticas al manejo de la directiva de aquel entonces, liderada por Mauricio Macri. Durante una entrevista para el podcast "Enfocados" de Jefferson Farfán, el dirigente reveló que fue un evento de violencia familiar lo que selló su partida.
El ultimatúm tras el secuestro
Riquelme confirmó que, un año antes de concretarse su traspaso por cerca de 13 millones de dólares, él ya se había negado a la venta, pues su deseo y el de su padre era continuar jugando con la camiseta xeneize "toda la vida".
Sin embargo, en abril de 2002, la situación dio un giro oscuro: su hermano, Cristian Riquelme, fue secuestrado. Fue en ese contexto de extrema presión y vulnerabilidad que se le impuso una condición innegociable para garantizar la seguridad de su familia.
"Pero me terminé yendo porque en abril, me secuestraron a mi hermano y me empujaron a que me vaya. 'Esta vez, te lo devolvemos, pero te tenés que ir'...", relató Román, apuntando a un manejo institucional negligente o intimidatorio en torno a su carrera.
El exenganche, que se vio obligado a partir, recordó que al llegar a España, el entonces entrenador del Barcelona, Louis Van Gaal, le fue honesto: "Yo no te pedí". Riquelme dijo haberle agradecido la sinceridad, reconociendo que, pese a todo, aprendió mucho en ese paso europeo.
La decisión de no jugar contra Boca
En la misma entrevista, Riquelme reiteró su amor incondicional por el club de La Ribera al referirse a su retiro en 2014. El ídolo explicó por qué eligió finalizar su carrera en Argentinos Juniors a pesar de querer colgar los botines en Boca.
"Elegí ir ahí porque no quería jugar ante Boca y al estar en la B, sabía que no lo enfrentaría", explicó. Román tomó la decisión de retirarse definitivamente cuando Argentinos Juniors logró el ascenso, para evitar tener que pisar La Bombonera con una camiseta diferente.
Con una frase que resume su fanatismo, Riquelme sentenció: "Boca puede vivir sin mi, pero yo no puedo vivir sin Boca... Boca es mi vida".
