Celulosa Argentina, uno de los principales fabricantes de papel del país, ha paralizado la producción en todas sus plantas industriales. La decisión se enmarca en un complejo proceso de reestructuración de deudas con sus acreedores, con quienes aún no ha logrado llegar a un acuerdo.
En un comunicado enviado a los mercados este miércoles, la compañía informó que sus instalaciones en Capitán Bermúdez y Zárate "se encuentran actualmente inactivas, realizándose únicamente tareas de mantenimiento menor con el personal propio que no ha tomado vacaciones".
La empresa atribuyó esta situación al "marcado deterioro del capital de trabajo, como consecuencia del complejo contexto que atraviesa la empresa". En mayo pasado, Celulosa Argentina ya había anunciado su incapacidad para hacer frente al pago de títulos de deuda y otras obligaciones.
Factores de la crisis y búsqueda de soluciones
Según la compañía, su capacidad de generación de caja se vio gravemente afectada por una caída en las ventas superior al 30% en el mercado doméstico, sumado a un "incremento sustancial" en sus costos fijos medidos en dólares.
En junio, Celulosa Argentina, cuyo mayor accionista es la firma Tapebicuá, presentó una propuesta para reestructurar deudas que, según medios locales, ascienden a 128 millones de dólares.
La empresa reiteró este miércoles que "continúa enfocada en el proceso de reestructuración de sus pasivos financieros y en la búsqueda de nuevos socios o inversores que permitan la recomposición de su capital de trabajo, viabilizando su continuidad operativa".