El estudio del G-20 revela una "emergencia" global: el 1% más rico capturó el 41% de la nueva riqueza mundial
Un nuevo informe técnico sobre desigualdad global, encargado por la presidencia del G-20, ha emitido una severa advertencia: las naciones que presentan una alta disparidad económica tienen siete veces más probabilidades de experimentar una regresión en sus sistemas democráticos que aquellas con mayor equidad. El estudio, presentado por un panel de expertos liderado por el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, pone el foco en la acumulación de riqueza heredada y el control creciente de las plataformas tecnológicas como factores de riesgo.
El reporte, titulado "Global Inequality Technical Report", califica el panorama mundial como una "emergencia de desigualdad" y recomienda la creación de un panel internacional e independiente para guiar las políticas públicas.
Concentración desproporcionada de la riqueza
El estudio, elaborado por el Comité Extraordinario de Expertos Independientes sobre la Desigualdad Global a instancias del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, ofrece cifras que ilustran la magnitud de la brecha:
·Entre 2000 y 2024, el 1% más acaudalado del planeta concentró el 41% de toda la nueva riqueza generada.
·En contraste, solo el 1% de esa nueva riqueza total fue a parar a la mitad más pobre del mundo (el 50% de la población), según cálculos basados en datos del World Inequality Lab.
Abdenur, uno de los participantes del informe, señaló que el 1% más rico vio aumentar su patrimonio en un promedio de 1,3 millones de dólares desde el año 2000, mientras que la mitad más pobre solo registró un aumento promedio de 585 dólares. “No es de extrañar que tantas personas en todo el mundo sientan que su nivel de vida se ha estancado y que la vida es cada vez más inasequible”, indicó.
El impacto en la calidad de vida y las oportunidades
Stiglitz enfatizó que la desigualdad de ingresos y patrimonio tiene una traducción directa en la calidad de vida de los ciudadanos: “La desigualdad de ingresos y riqueza se traduce en desigualdades en materia de salud, acceso a la justicia y de oportunidades”.
El documento señala que el 83% de los países —que agrupan al 90% de la población mundial— cumplen con la definición de alta desigualdad establecida por el Banco Mundial.
Si bien la brecha entre individuos de distintos países se ha reducido levemente por el crecimiento de economías como China, la desigualdad dentro de las naciones se ha disparado, manteniendo la brecha general de ingresos entre el Norte y el Sur Global en niveles muy altos.
