El fiscal del caso Víctor Salgado y la asistente letrada Romina Travieso formularon cargos a S.I.R, un varón que fue detenido en Buta Ranquil luego de amenazar con un cuchillo a un joven en la calle y gritarle que lo iba a matar.
La acusación fue realizada ayer, durante una audiencia en la ciudad de Chos Malal, en la que ambos representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) atribuyeron al acusado el delito de amenazas calificadas por el uso de arma, en carácter de autor.
De acuerdo a la investigación provisoria del MPF y la Policía provincial, el hecho fue cometido el pasado 28 de abril entre las 21.30 y 22, en la calle Olascoaga de Buta Ranquil.
El imputado fue hacia la casa de la víctima, un joven mayor de edad que es parte de su entorno familiar, y en el exterior de la vivienda comenzó a discutir con la madre de él: “Sacalo a tu hijo o entro a matarlo”, le dijo.
Luego, el joven salió y comenzó a correr por la calle al advertir que tenía un cuchillo en la mano, de aproximadamente 20 centímetros de largo. El acusado lo siguió, mientras le gritaba que lo iba a matar, situación que advirtieron vecinos y vecinas del barrio. Al lugar llegó un móvil policial y los efectivos intervinieron y detuvieron al imputado.
Como medida cautelar, desde el MPF se requirió la prisión preventiva por un plazo de un mes, con el argumento de que existe riesgo de entorpecimiento de la investigación y para la integridad de la víctima.
“La prisión preventiva es la única forma de mitigar los riesgos procesales que tenemos”, fue el planteo de ambos representantes del MPF, que además mencionaron que el imputado cuenta con antecedentes penales por el delito de homicidio simple, y que en julio del año pasado cumplió la codena de 8 años que le impusieron.
La decisión del juez de garantías que dirigió la audiencia, Eduardo Egea, fue avalar el pedido del defensor del acusado, y fijó prisión domiciliaria por un plazo de un mes, con autorizaciones para salidas laborales de lunes a viernes entre las 8 y 14.
Además, le estableció prohibiciones: de tener cualquier tipo de contacto con la víctima y su madre; de acercarse a menos de un radio de 200 metros a ambos; y de ejercer cualquier acto de violencia o perturbación. Tampoco podrá tener contacto con las y los testigos que ofreció el MPF.
“Si no cumple, pone en juego su libertad”, advirtió el magistrado al acusado.