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Una masajista de 64 años fue arrestada en la localidad bonaerense de Puan tras ser acusada de extorsionar a varios de sus clientes, a quienes amenazaba con difundir fotografías íntimas si no le entregaban sumas de dinero y diversos bienes.

La detención se concretó luego de la denuncia de un ex cliente de la mujer, quien relató ante la policía haber sido amenazado con la viralización de fotos de su pene "por todo el pueblo" si no accedía a sus demandas económicas.

Según la investigación, Stella Maris Distel utilizaba esta modalidad de chantaje para obtener dinero y objetos de valor de sus víctimas. Se comprobó que, bajo esta operatoria, logró recaudar una suma superior a los tres millones de pesos de diferentes hombres.

La operatoria de Distel iba más allá de la exigencia de dinero en efectivo. De acuerdo a lo informado por La Nueva Provincia, la masajista también solicitaba postres de panadería y otros artículos a través de Mercado Libre, incluyendo un reloj, un taladro y una balanza digital.

"En realidad, comenzaron a mantener comunicaciones por videollamadas, algunas de las cuales la mujer había capturado, para posteriormente extorsionarlo", explicó un investigador sobre el modus operandi de la acusada y su vínculo con el cliente que radicó la denuncia.

El investigador añadió que "es un caso de sexting, que figura en una ley nacional pero no está tipificado en el Código Penal. Por ese motivo será indagada por extorsión, que tiene una pena mínima de 5 años de prisión".

Este caso pone de manifiesto una nueva modalidad delictiva que aprovecha la vulnerabilidad de las personas en el ámbito de la intimidad digital para obtener rédito económico. La detención de Distel marca un precedente en la lucha contra este tipo de extorsiones y advierte sobre los riesgos del intercambio de contenido íntimo a través de medios digitales. Las autoridades continúan con la investigación para identificar a otras posibles víctimas de la acusada.