Una brutal escena de violencia conmocionó a la ciudad de San Miguel de Tucumán en la madrugada del sábado. Rosa Andrada, de 104 años, fue asesinada a golpes con un bastón por su yerno, Hugo Zelaya, de 62 años, cuando la anciana intentó defender a su hija de una agresión. (Foto gentileza Ministerio Público Fiscal / diario El Tucumano)
El trágico hecho ocurrió alrededor de la 1 de la mañana en una vivienda de la calle Agustín Maza al 500, donde Zelaya convivía con su esposa, Estela Medina, quien es hija de la víctima.
Un ataque "irracional" y la rápida intervención policial
Según fuentes judiciales, la pareja mantenía una fuerte discusión cuando Zelaya comenzó a agredir físicamente a su esposa. En ese momento, Rosa Andrada intervino para proteger a su hija, pero se convirtió en blanco de la furia del agresor, quien la golpeó brutalmente con su propio bastón hasta dejarla inconsciente.
“Fue un ataque desmedido, completamente irracional”, indicaron desde la investigación. Estela Medina logró escapar del domicilio y pidió ayuda a los vecinos. Uno de ellos alertó a la Policía, que llegó rápidamente al lugar y logró detener a Zelaya. Estela Medina fue trasladada de urgencia al Hospital Padilla, donde permanece internada con lesiones, aunque se encuentra fuera de peligro.
La justicia investiga el crimen
La fiscalía a cargo de Carlos Sale, de la Unidad Fiscal de Homicidios II, intervino de inmediato. El propio fiscal se hizo presente en la escena del crimen junto al Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) y los investigadores Alejandro Esquenazi y Julieta Cano Saracho para llevar a cabo las pericias correspondientes.
“El ataque terminó con la vida de una mujer centenaria que intentó proteger a su hija. Estamos trabajando para esclarecer los detalles y determinar el estado psíquico del imputado al momento del hecho”, señalaron desde el Ministerio Público Fiscal.
Hugo Zelaya fue imputado por homicidio y tentativa de homicidio. En las próximas horas será llamado a declaración indagatoria mientras se aguardan los resultados de la autopsia de la víctima y los exámenes médicos y toxicológicos tanto del acusado como de Estela Medina. El caso ha generado un fuerte repudio en la comunidad tucumana, no solo por la brutalidad del crimen sino también por la avanzada edad de la víctima, quien era una figura muy querida por sus vecinos.