La audacia de un joven llamado Gabriel se ha vuelto viral en redes sociales, luego de que lograra recuperar su teléfono móvil tras ser asaltado, y se vengara de una manera poco convencional: exponiendo fotos íntimas del delincuente en sus propias redes sociales.
El insólito episodio comenzó cuando Gabriel fue víctima de un robo. En un arranque de desesperación, decidió perseguir al ladrón. Aunque el delincuente logró escapar, perdió su celular en el intento. Gabriel, al encontrar el dispositivo, se percató de que la contraseña era sorprendentemente sencilla: "1-2-3-4".
Negociación fallida y drástica represalia
Una vez dentro del celular del asaltante, Gabriel intentó una negociación inicial: "Comencé a mandarle mensajes a los familiares del ladrón para que me devolviera el mío, pero ninguno me respondía y me bloqueaban", explicó Gabriel en una entrevista con eltrece.
Ante la falta de respuesta, Gabriel optó por una medida más drástica. "No lo recuperé por las buenas, así que subí las fotos íntimas que tenía en su galería a sus redes sociales", confesó entre risas. Las imágenes compartidas incluían fotografías del ladrón comiendo con una mujer, otra en un hotel en ropa interior, y una similar a esta última.
El ladrón cede y el intercambio final
Al descubrir la exposición de su privacidad, el ladrón rápidamente contactó a Gabriel para negociar la eliminación de las imágenes, alegando tener familia. "Me pidió que las borrara, que tenía familia. Yo me enojé porque me pedía cosas después de haberme robado", relató Gabriel.
Durante el intercambio de mensajes, Gabriel también pudo acceder a las conversaciones de WhatsApp del delincuente, donde encontró diálogos sospechosos. Destacó un mensaje de una chica que le decía haber "soñado que le iba a pasar esto, que no era bueno para él, que estaba triste", y descubrió que el ladrón se comunicaba con sus amigos utilizando un "código carcelario".
Finalmente, ambos acordaron un punto de encuentro para realizar el intercambio de los celulares. Gabriel sugirió una comisaría, pero el delincuente se negó. Acordaron verse cerca del lugar de trabajo de Gabriel. "Estaba con gente, yo había ido con mis compañeros. Después se acercó solo, con el celular hacia arriba", detalló el joven.
Gabriel recuperó su teléfono, aunque reconoció el riesgo de su arriesgada estrategia. "En el momento no lo pensé, quería recuperar mi celular porque si me tenía que comprar uno nuevo me iba a costar un montón. Me salió bien, pero podía haber salido mal", reflexionó. La historia de su ingeniosa, aunque riesgosa, venganza rápidamente captó la atención del público.