Una fotografía que muestra a una de las jóvenes víctimas posando con fajos de dólares se ha convertido en la pieza central de la investigación por el brutal asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi, y Lara Morena Gutiérrez. Los investigadores creen que esta imagen fue el catalizador que desató el secuestro y los posteriores crímenes, luego de que circulara hasta llegar al presunto autor intelectual: un narco peruano que sigue prófugo.
La trágica secuencia, manejada por el fiscal Adrián Arribas, jefe de Homicidios de La Matanza, apunta a un ajuste de cuentas vinculado al robo de estupefacientes o efectivo. La difusión de esta fotografía en un medio televisivo, que ya está incorporada al expediente judicial, muestra a una de las jóvenes junto a otras personas exhibiendo los billetes, sugiriendo el origen del conflicto.
Mientras el país sigue conmocionado, la Justicia acelera la búsqueda de "Pequeño J", un narco peruano de 23 años. La hipótesis es que este individuo ordenó la masacre y habría logrado escapar, posiblemente fuera del territorio nacional.
Entretanto, cuatro sospechosos —Magalí Celeste González Guerrero (28), Daniela Iara Ibarra (19), Maximiliano Andrés Parra (18) y Miguel Ángel Villanueva Silva (25)— permanecen detenidos, acusados de un cúmulo de cargos gravísimos que incluyen homicidio calificado por alevosía, ensañamiento y contexto de género. La negativa a declarar de los imputados no frena el avance de la causa, que continúa acumulando pruebas par