Gabriela Espejo, una vecina de Picún Leufú vive una situación de película. Acogió en su vivienda a una sobrina con sus dos hijos. La joven aprovechó una salida de la dueña de la vivienda, la cambió las cerraduras y realizó una denuncia por violencia. En la justicia le dictaron una perimetral. Hoy, la titular de la propiedad recuperó su hogar. 

En estos momentos, policía está en el lugar junto a las dos mujeres, la sobrina y Espejo. Bajo riesgo, que no hubo violencia pero, para recuperar la casa, debía recurrir a la vía judicial. El tema que plantea, es que resolver esa cuestión puede llevar meses o años y no tiene dónde vivir.