Un insólito y cinematográfico suceso tuvo lugar en el corazón de Auckland, Nueva Zelanda, donde un asaltante fue capturado en una joyería tras cometer un acto desesperado: tragarse un codiciado y costoso colgante de la prestigiosa marca Fabergé.
El delincuente, un hombre de 32 años, fue puesto bajo custodia inmediatamente, pero las autoridades enfrentan ahora un desafío muy particular: recuperar la valiosa pieza de colección, que hasta el momento sigue desaparecida.
La joya: una pieza de edición limitada inspirada en James Bond
La pieza robada es una edición especial conocida como el "Huevo Octopussy de James Bond". Según reportes de la prensa local, el sujeto la tomó y la ingirió rápidamente antes de que pudiera concretar su huida.
Este singular colgante está valorado en aproximadamente $20.000 dólares americanos ($33.585 neozelandeses) y su descripción detalla su exclusividad:
·Está fabricado en oro amarillo de 18 quilates.
·Cuenta con una ornamentación de 60 diamantes blancos y 15 zafiros azules.
·Su interior alberga un diminuto diseño de pulpo de oro con dos diamantes negros que simulan ser sus ojos.
Bajo estricta vigilancia médica
Aunque el incidente ocurrió el pasado 28 de noviembre, los detalles se hicieron públicos recién a fines de la semana siguiente. A casi una semana de lo sucedido, la Policía Metropolitana aún no logra dar con la joya.
El sospechoso fue trasladado de inmediato a un centro de salud para la realización de chequeos médicos y permanece bajo rigurosa supervisión policial. El inspector a cargo de la investigación, Grae Anderson, confirmó a través de un comunicado que se le ha asignado un oficial para su vigilancia ininterrumpida. Anderson recalcó el punto crucial del caso: la pieza de incalculable valor continúa sin ser recuperada.
