Tras conocerse los resultados de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, el búnker de La Libertad Avanza, instalado en el Hotel Libertador, se convirtió en escenario de festejos y discursos encendidos. Los principales referentes del espacio libertario celebraron lo que definieron como un "hito político" para el partido, marcando un antes y un después en la escena política porteña.

El presidente Javier Milei se mostró particularmente eufórico por la victoria, y no dudó en lanzar dardos contra el PRO, el partido que históricamente ha dominado la capital argentina. "Hoy se pintó de violeta el bastión amarillo y, a partir de ahora, a pintar de violeta todo el país", exclamó Milei, haciendo referencia al color distintivo de su partido y al tradicional color amarillo del PRO.

Milei calificó la jornada electoral como una "bisagra para las ideas de la libertad" y agradeció especialmente a su hermana, Karina Milei, y a su asesor Santiago Caputo, por el trabajo realizado durante la campaña. "Sin ellos, nada de esto hubiera sido posible", reconoció el presidente.

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El legislador electo, Manuel Adorni, también tomó la palabra frente a sus seguidores, visiblemente emocionado. "Quiero agradecer a todos los que me acompañaron... a Karina Milei, la hacedora de milagros, y, por supuesto, al señor presidente de la Nación por el acompañamiento durante toda la campaña", expresó Adorni.

Adorni destacó que la elección porteña trascendió el ámbito local, convirtiéndose en un enfrentamiento entre dos modelos políticos: "Era una elección en la que se elige entre dos modelos: entre la decadencia kirchnerista o la libertad, que efectivamente la sociedad eligió", sentenció, añadiendo que "hoy ganó la libertad una vez más".

En un tono similar al del presidente Milei, Adorni apuntó contra el kirchnerismo, asegurando que La Libertad Avanza se consolida como "el mejor instrumento para terminar de una vez y para siempre con el kirchnerismo, que no ha sido más que una enorme tragedia para la República Argentina".

Finalmente, Adorni hizo un llamado a los sectores políticos que "deseen un cambio verdadero para el país" a sumarse al proyecto libertario, buscando consolidar una fuerza política capaz de transformar el panorama nacional. La noche en el Hotel Libertador se convirtió en una celebración de la victoria y un llamado a expandir el proyecto libertario a todo el territorio argentino.