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La planta de General Motors (GM) en la localidad de Alvear, Santa Fe, atraviesa un nuevo y complejo escenario. La compañía anunció una interrupción total de su producción durante todo el mes de junio, a lo que se sumará una semana de suspensión mensual hasta diciembre, profundizando la crisis que afecta a la industria automotriz desde el año pasado.

La drástica decisión fue comunicada el pasado lunes en una reunión entre directivos de la empresa y representantes del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) seccional Santa Fe, encabezado por Sergio Gazzera. Esta medida genera una considerable incertidumbre entre los aproximadamente 600 trabajadores afectados.

Según trascendió, el mes de junio estará dividido en dos etapas: los primeros 15 días se destinarán a tareas de mantenimiento en la planta, con suspensiones temporales para el personal, mientras que el resto del mes los empleados deberán tomar sus vacaciones. La preocupación principal radica en la extensión del esquema de suspensiones de una semana por mes hasta fin de año, lo que impacta directamente en la estabilidad laboral de la dotación.

Actualmente, el gremio y la empresa se encuentran en negociaciones para definir si se mantendrá el esquema de pago del 75% del salario bruto durante los períodos de suspensión, o si se aplicará un recorte aún más severo. Desde SMATA, no descartan que en diciembre se acumulen más días sin actividad, que también serían cubiertos con días de descanso.

En un escueto comunicado, General Motors justificó la medida por la "necesidad de adecuar la planificación regional de producción". La compañía aseguró que esta decisión no tendrá impacto en la provisión de vehículos al mercado argentino ni en las inversiones ya anunciadas para modernizar la planta de Alvear, las cuales están orientadas a la fabricación de una nueva generación del SUV Tracker.

Sin embargo, fuentes gremiales revelaron que los motivos económicos de fondo no fueron explicitados por la empresa. El freno en la producción respondería a una marcada baja en la demanda regional y a la creciente competencia en el mercado brasileño, principal destino de las exportaciones del modelo Tracker producido en Alvear. Esta situación refleja la delicada coyuntura que atraviesa el sector automotor en Argentina, impactado por factores macroeconómicos y la dinámica del comercio bilateral con Brasil.