La empresa NRG Argentina, clave en la provisión de arenas para el fracking en Vaca Muerta, ha solicitado formalmente el concurso preventivo de acreedores ante la Justicia Comercial de la Ciudad de Buenos Aires. Esta decisión se produce tras meses de recesión productiva, despidos masivos y una fuerte caída en la demanda, que generaron serias dificultades financieras para la compañía con sede en Allen, Río Negro.
NRG justificó la medida a sus proveedores como un intento de "preservar la continuidad operativa, sostener los puestos de trabajo no afectados y garantizar un trato equitativo a todos los acreedores". En 2024, la empresa solo procesó 600 mil toneladas de arena, muy por debajo de su capacidad óptima de 1,5 millones, atribuyendo la baja a la cancelación o postergación de contratos por parte de operadoras del sector.
La compañía ha enfrentado un constante conflicto laboral, despidiendo a más de 180 trabajadores en 2024 y a otros 42 recientemente, lo que motivó protestas de la UOCRA. De 800 empleados, hoy solo cuenta con la mitad. A esto se suma la incertidumbre legal: la Justicia aún evalúa si acepta el pedido de convocatoria.
El panorama de NRG se complica con antecedentes judiciales: en 2023, sus directivos fueron procesados en una causa federal por lavado de activos y fraude aduanero, por operaciones sobrefacturadas en más de 90 millones de dólares. La denuncia de Sergio Massa en su momento derivó en allanamientos en Buenos Aires y Allen.
La solicitud de concurso preventivo marca una etapa crítica para NRG, sus empleados y el sector energético, mientras el proceso judicial determinará si la empresa logra evitar la quiebra en un contexto de desaceleración en Vaca Muerta.