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Una controvertida decisión de la Armada Argentina ha desatado una fuerte preocupación en el Hospital Naval de la Ciudad de Buenos Aires, amenazando con dejar sin empleo a cerca de 560 trabajadores entre médicos, enfermeros y personal administrativo. La situación ha llevado a un inminente paro programado para el próximo jueves 31 de julio, en medio de la turbulencia que atraviesa la gestión del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA).

El conflicto surge a raíz de la decisión de la Armada de no renovar el convenio que, desde 1991, mantiene con la Fundación de Sanidad de la Armada (FUSANA) para la operación del Hospital Naval, un centro médico de alta complejidad fundado en 1946 en el barrio de Almagro. Dicho acuerdo finalizará el 31 de diciembre de este año.

La noticia fue recibida con indignación por los gremios. Héctor Daer, secretario general del sindicato de Sanidad y miembro del triunvirato de la CGT, manifestó su apoyo a los trabajadores: "Sin trabajadores no hay Hospital Naval. Detrás de cada uno de los 500 compañeros y compañeras que allí trabajan hay una familia y una vida organizada en función del trabajo. Exigimos garantías: continuidad laboral, respeto al convenio y la antigüedad. No hay reestructuración legítima con los trabajadores afuera", declaró la semana pasada tras una manifestación.

No obstante, voceros de la Armada, en declaraciones a La Nación, buscaron calmar las aguas asegurando que "el Hospital Naval no se cierra ni se privatiza". Afirmaron que la medida responde a la necesidad de "poner en regla" la administración del centro sanitario, buscando una "transición ordenada de su personal administrativo y de salud, que fueron incorporados progresivamente a lo largo de los años y bajo su dependencia (en referencia a FUSANA)".

Desde la dirigencia gremial alertan que, en caso de concretarse los despidos de los 560 trabajadores, las indemnizaciones podrían ascender a $20.000 millones. Además, temen que las funciones del Hospital Naval se vean drásticamente reducidas a prestaciones básicas mínimas, desvirtuando su actual capacidad que incluye 350 camas de internación, diez quirófanos, dos laboratorios y consultorios externos en 39 especialidades.