El presidente Javier Milei escaló sus críticas hacia la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien tildó de "traidora" y acusó de conspirar con la oposición para desestabilizar el gobierno. Estas declaraciones surgen tras la aprobación de aumentos en jubilaciones y la declaración de emergencia en discapacidad en el Senado, decisiones que Milei considera perjudiciales para el equilibrio fiscal y un intento de golpe institucional.
Milei afirmó que Villarruel "habilitó una sesión ilegal" que, según él, buscaba "romper el equilibrio fiscal" y generó una corrida cambiaria. "Si el Gobierno volaba, se quedaba ella con los kirchneristas", sentenció el mandatario, insinuando una supuesta alianza para desplazarlo del poder.
El Presidente remarcó que la relación con la vicepresidenta está completamente rota y no tiene vuelta atrás, utilizando la frase "Roma no paga traidores". Argumentó que, en el ámbito privado, un empleado que no cumple con su rol por conflictos personales sería despedido, equiparando su compromiso con el "pueblo argentino" que lo votó para bajar la inflación, reducir impuestos, hacer crecer la economía y combatir la inseguridad.
En una entrevista, Milei insistió en que la decisión de Villarruel de "habilitar una sesión ilegal" representó un "torpedo fiscal de 2.88 del PBI", equivalente a una pérdida anual significativa. Acusó a quienes apoyaron estos proyectos de ser "asesinos de jóvenes" y de "arruinar el país" por priorizar el poder sobre el bienestar de los argentinos.
Si bien reconoció que las jubilaciones deberían ser más altas –señalando que pasaron de 80 a 320 dólares la mínima bajo su gestión–, Milei reprochó que Villarruel "podía parar" la sesión y no lo hizo, actuando "en concordancia con los kukas".
El Presidente sugirió que la maniobra fue planeada estratégicamente para coincidir con un momento de "ventana de liquidez", buscando provocar una "crisis a fin de mes" y un "ataque especulativo".
A pesar de las supuestas amenazas, Milei afirmó no tener miedo y advirtió que "cada cosa que ella haga va a estar expuesta". Concluyó reiterando su compromiso de lograr el "mejor gobierno de la historia" y desafiando a quienes intenten desestabilizar su gestión: "Si las lacras del Estado quieren venir a llevarme puesto, no me importa, se la van a tener que ver con la gente".