El ministro de Economía, Luis Caputo, no será quien exponga el proyecto de Presupuesto 2026 en el Congreso. En su lugar, el Ejecutivo designó a dos funcionarios técnicos de su cartera: el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
La decisión replica el esquema adoptado en 2024, cuando el oficialismo optó por delegar las explicaciones en especialistas en lugar de figuras políticas de mayor peso. Desde Casa Rosada remarcan que la intención es evitar fricciones con los legisladores y limitar la exposición a una explicación de carácter técnico.
En paralelo, el presidente Javier Milei tiene previsto brindar una cadena nacional este lunes, en la que detallará los principales puntos del nuevo proyecto y los criterios de asignación de partidas que se enviarán al Parlamento.
A diferencia del año pasado, Milei nunca consideró presentarse personalmente para defender el Presupuesto, como sí ocurrió con el de 2025, que finalmente no obtuvo aprobación en Diputados. En el entorno presidencial señalan que la decisión se debe a la compleja relación que mantiene con los gobernadores y con buena parte de los bloques dialoguistas.
Uno de los ejes centrales del texto será la incorporación de la denominada “regla fiscal”, diseñada para garantizar el superávit. Esta medida implica fijar topes al gasto y prevé recortes automáticos si el escenario económico se ve alterado. Según trascendió, la proyección oficial contempla una merma en la recaudación del 1,7% para el segundo semestre de 2025, atribuida a la reducción de impuestos, entre ellos las retenciones.
La actual estructura presupuestaria muestra una fuerte concentración de recursos en el Ministerio de Capital Humano, que administra jubilaciones y pensiones, con un 56% del total. En tanto, los subsidios energéticos representan un 4,6%, el financiamiento universitario un 3,8% y la asistencia al transporte un 1,8%. Todo esto en un marco de inflación interanual del 33,6% y un índice acumulado del 19,5%.