El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, se sometió este miércoles al primer narcotest de la provincia, cumpliendo así con la ley recientemente sancionada que obliga a los funcionarios de alto rango a realizarse este tipo de controles. La medida, aprobada por la Legislatura, busca dar un mensaje de transparencia y reforzar la confianza en la gestión pública.
El mandatario, que había prometido ser el primero en dar el paso, ratificó su compromiso con la ciudadanía al mostrar un resultado negativo para todas las sustancias prohibidas analizadas. Según Figueroa, esta medida es fundamental para garantizar que quienes ocupan cargos de responsabilidad en el Estado actúen con la integridad necesaria.
Alcance de la ley y marco de acción
La ley aprobada por la Legislatura neuquina establece la obligatoriedad de los controles para los titulares de los tres poderes, así como para ministros, legisladores, jueces, fiscales, intendentes y concejales, entre otros. La normativa busca que la función pública se desarrolle sin vínculos con el narcotráfico.
La medida se enmarca en la política del gobierno provincial para fortalecer la lucha contra las drogas. Este avance se complementa con la reciente adhesión a la Ley de Desfederalización del Narcomenudeo, que otorga a las autoridades provinciales más herramientas para combatir el tráfico de drogas a menor escala, garantizando una respuesta más rápida y efectiva.