El ministro del Interior, Diego Santilli, abrió la puerta a una reunión con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y condicionó el diálogo a un respaldo explícito a los cambios tributarios, laborales y previsionales impulsados por la Casa Rosada.
El ministro del Interior, Diego Santilli, dejó flotando la posibilidad de entablar un diálogo directo con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien había sido excluido del reciente encuentro del presidente Javier Milei con los mandatarios provinciales.
No obstante, en declaraciones a la prensa desde la Casa Rosada, el funcionario del Gabinete Nacional fue claro al marcar la cancha y condicionar cualquier acercamiento al apoyo del gobierno bonaerense al paquete de reformas estructurales que impulsa el Poder Ejecutivo.
Santilli utilizó un tono de apertura, pero con exigencias concretas: “Hablé con muchos gobernadores, no con todos, y varios me escribieron. Si la conversación es para bajar impuestos, estamos de acuerdo. Si es para apoyar un Pacto de Mayo que diseñe el futuro de los argentinos más allá del presidente de turno, también debemos encararlo así”.
El reclamo de apoyo a los cambios estructurales
Aunque el ministro afirmó que “no descarta nada” en cuanto a la convocatoria de Kicillof, subrayó que existe una visión de país que el Gobierno espera ver reflejada en la postura del mandatario bonaerense.
Santilli enfatizó que es fundamental que la provincia más grande del país acompañe las transformaciones que la Casa Rosada considera esenciales: “Quiero ser claro, hay una visión sobre el rumbo que debemos tomar. Necesitamos avanzar con cambios en el Código Penal, que la mayoría de los trabajadores informales puedan pasar a la formalidad, una reforma previsional y, por supuesto, una baja de impuestos”.
De esta manera, el Gobierno Nacional mantiene la tensión política con la administración de Kicillof, subordinando la posibilidad de un encuentro al aval del gobernador a su agenda de reformas económicas y judiciales.
