La Libertad Avanza consiguió el dictamen de mayoría en Diputados, con el apoyo del PRO y la UCR. El objetivo: ganar tiempo para tratar la ley clave con la nueva conformación del Congreso a partir del 10 de diciembre.
El Gobierno nacional logró dar un golpe de timón en el Congreso al imponer el dictamen de mayoría para el Presupuesto 2026 en la Cámara de Diputados. La victoria, obtenida este martes, forma parte de una clara estrategia del oficialismo para postergar el debate final hasta diciembre, cuando asuman los legisladores electos y el Ejecutivo cuente con una mayor gobernabilidad.
El factor Santilli y la postergación
La presión para llevar el tratamiento a sesiones extraordinarias en diciembre fue evidente. El diputado del PRO y designado ministro del Interior, Diego Santilli, hizo lobby activamente en la Comisión de Presupuesto para lograr ese objetivo.
"Me gustaría que se trate en extraordinarias, que es lo que la sociedad votó", declaró Santilli, quien aún no pudo jurar como ministro ante el temor del oficialismo a que la oposición convoque a una sesión especial la próxima semana y complique el panorama.
El oficialismo, con el respaldo clave del PRO, la UCR y algunos bloques provinciales, logró reunir 20 firmas para su dictamen. El empate con el despacho de Unión por la Patria obligó al desempate del presidente de la comisión, el libertario Bertie Benegas Lynch, quien inclinó la balanza a favor del proyecto del ministro Luis "Toto" Caputo.
La oposición juega sus cartas
A pesar de la victoria en comisión, la aprobación final en el recinto no está garantizada. La oposición fragmentada explora diferentes alternativas para cuestionar la propuesta.
·Unión por la Patria presentó un dictamen propio que, aunque no rechaza de plano el proyecto, sí cuestiona las proyecciones macroeconómicas del Ministerio de Economía y solicita una revisión de los números por parte de la Oficina de Presupuesto. No obstante, el kirchnerismo mantiene abierta la puerta a un acuerdo con otras fuerzas.
·Encuentro Federal, con la adhesión de los radicales díscolos de Democracia para Siempre (espacio de Facundo Manes y Martín Lousteau) y el MID, presentó una iniciativa alternativa. Esta propuesta, encabezada por Oscar Agost Carreño, mantiene el espíritu de superávit fiscal, pero pide una rebaja del superávit del 1,5% al 0,9% para cubrir partidas sensibles en áreas como discapacidad, pediatría y el presupuesto universitario.
·La izquierda, por su parte, se mantuvo firme con un dictamen de rechazo total.
Aun cuando el oficialismo tiene el tiempo a su favor, la atención ahora se traslada a la negociación con los gobernadores, quienes poseen la llave política para acelerar o frenar los tiempos y forzar un debate anticipado, aunque por el momento, la obtención de los votos necesarios para ello parece lejana.
