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La potencial designación del diputado del PRO como representante en Bruselas generó críticas en la diplomacia y un enérgico repudio del gobierno de Tierra del Fuego, que lo acusa de atentar contra la soberanía nacional.

La posibilidad de que el diputado del PRO, Fernando Iglesias, sea propuesto como embajador argentino ante la Unión Europea (UE) ha provocado un intenso malestar en la órbita diplomática y política nacional. Si bien el cargo en Bruselas se encuentra vacante desde mediados de 2024, tras la partida de Atilio Berardo, fuentes diplomáticas expresaron serias dudas sobre la idoneidad de Iglesias para un puesto de esta magnitud. "No es un destino menor, aquí se requiere un profesional o un político con probada preparación", señaló un diplomático de carrera, marcando una diferencia con designaciones de menor perfil.

La dura postura del gobierno fueguino

El repudio más contundente provino de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Andrés Dachary, secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la provincia, calificó la potencial designación como un acto de "profunda preocupación" y una "irresponsabilidad institucional".

Dachary recordó que la UE es un ámbito estratégico, destacando que en la Cumbre CELAC-UE de 2023 se logró el reconocimiento regional de la posición latinoamericana respecto a la Cuestión Malvinas. En este contexto, sostuvo que nombrar a una persona con el historial de Iglesias —quien ha defendido públicamente la necesidad de reconocer el supuesto "derecho de libre determinación" de los habitantes de las Islas— es una acción abiertamente contraria a la Constitución Nacional.

El funcionario fueguino fue lapidario en su comunicado difundido en redes sociales, afirmando que tal postura no solo "atenta contra la soberanía argentina" y la memoria de los veteranos, sino que "sirve de hecho a los intereses coloniales británicos en el Atlántico Sur".

Críticas por desconocimiento histórico

La crítica de Dachary no se limitó al tema soberano. También señaló que Iglesias ha sido sistemáticamente crítico de la posición nacional sobre Malvinas, llegando a negar la soberanía argentina sobre la Patagonia al momento de la usurpación británica de 1833. El secretario tildó esta afirmación como una "ignorancia supina en materia de derecho internacional y de la propia historia del Imperio Español en América".

El funcionario concluyó su descargo cuestionando que un cargo diplomático de tal relevancia se utilice como una "recompensa política o salida laboral" para un dirigente que queda sin destino, lo que compromete la representación de Argentina ante uno de los bloques más influyentes del mundo. La provincia confía en que el nuevo canciller, Pablo Quirno, reconsiderará la decisión a la luz de estos antecedentes.

La línea política en entredicho

El debate se extiende más allá de Iglesias, poniendo en tela de juicio la orientación de la Cancillería en temas sensibles. Otro diplomático con experiencia en la Cuestión Malvinas sugirió que el nombramiento de Iglesias sería "esperable" y parte de una tendencia:

"El problema es la línea política del gobierno en esta materia. Se va imponiendo la doctrina Plaza de abandonar el reclamo. Fíjate que no es casual. Partimos de la admiración de Milei por Thatcher. El gobierno empezó con Mondino yendo a eventos de la embajada. Después la mandan a Mariana Plaza al Reino Unido que es una conocida pro británica en el ministerio. Sigue con los comentarios de Quirno de hace unos años. Ahora con Iglesias. No es casual ni improvisado", afirmó.