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El fiscal Picardi investiga al exdirector Diego Spagnuolo por una supuesta asociación ilícita y el cobro de $5 millones en efectivo. Nuevas pruebas apuntan a un grupo de WhatsApp que coordinaba el direccionamiento de fondos y la entrega de dinero.


La investigación por corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) tomó un giro dramático con la revelación de nuevos chats que, según el fiscal Franco Picardi, demuestran la existencia de una "asociación ilícita" que utilizaba la agencia como una "ventanilla de pagos millonarios, permanentes y direccionados".
El eje de la prueba es un grupo de WhatsApp creado en febrero de 2022 por Daniel María Garbellini, la "mano derecha" del exdirector de ANDIS, Diego Spagnuolo. El grupo incluía a Pablo Atchabahian (cuya detención fue ordenada el viernes), "Pato Country" (Patricio Rama) y Mariano Caballi, todos vinculados al empresario Miguel Ángel Calvete.

Control externo y órdenes de pago

El fiscal Picardi determinó que este grupo se formó con el objetivo de hallar un organismo público para "desarrollar sus actividades en conjunto". Una vez que Spagnuolo y Garbellini asumieron en la ANDIS, la operación se activó.

Los chats revelan cómo Atchabahian, quien tenía experiencia previa en la agencia, impartía órdenes a Garbellini sobre aspectos críticos de la gestión:

·Instrucciones sobre "a quiénes pagar y a quiénes no".

·Órdenes para despedir personal y para incorporar empresas al sistema de pagos interno (SIIPFIS).

La infiltración externa era total. Se detectó que Luciana Ferrari, empleada de la farmacéutica Roche S.A., obtuvo acceso al sistema SIIPFIS "desde afuera" con un usuario y contraseña otorgado por Garbellini a pedido de Atchabahian. En las conversaciones, también se menciona a Karina Milei como "la que define todo" y a Spagnuolo como "quien habría pedido la ANDIS".

Los “cinco palos” en efectivo

Uno de los puntos más comprometedores del informe tiene que ver con la entrega de dinero en efectivo. La fiscalía investiga un diálogo entre Spagnuolo y el empresario Miguel Ángel Calvete antes de un supuesto viaje del exdirector a Israel.


En un audio, Calvete le dice a Spagnuolo: "mañana a primera hora te lo manda a donde le digas o mandále un fercho, ponen algún lugar disimulado".

Para concretar esta transacción, Calvete le solicitó a su esposa "cinco palos" (cinco millones) en efectivo para "El boludo del pelado que viaja a Israel". El fiscal considera de alta relevancia las imágenes del sistema de monitoreo de la casa de Calvete, que muestran a Spagnuolo "ingresando al domicilio (...) con una mochila al hombro".
Picardi concluyó que la agencia "fungió como una ventanilla de pagos millonarios, permanentes y direccionados", con la sospecha de "sobreprecios" y co-gestionada por "agentes externos" vinculados a droguerías.