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El mapa político del Congreso está a punto de reconfigurarse con una nueva fractura dentro del peronismo. El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, tiene la firme decisión de crear un bloque legislativo provincial propio que actúe por fuera de Unión por la Patria (UP), buscando una alianza estratégica y pragmática con el gobierno de Javier Milei.

El pragmatismo como estrategia de éxito

El quiebre se sustenta en la lectura que el mandatario hizo de la reciente victoria en su provincia. Tras el triunfo de su lista, "Fuerza Patria", por 12 puntos en las legislativas (un sello derrotado a nivel nacional), Jalil habría sentenciado en privado: "Con el nombre Fuerza Patria, los únicos que ganamos fuimos nosotros". Su análisis apunta a que la clave del éxito provincial fue una postura de moderación y conciliación.

Este enfoque se trasladará de lleno a la Cámara de Diputados. Catamarca tendrá cuatro representantes a partir de diciembre: los reelectos Fernando Monguillot y Claudia Palladino, que responderán directamente a Jalil, sumados a Fernanda Ávila y Sebastián Nóblega. La bancada catamarqueña planea formalizar su separación de UP antes de fin de mes.

"La gente eligió, qué va a ser... Algunas cosas hay que apoyar", señalan desde el círculo íntimo del gobernador, confirmando una disposición a negociar artículo por artículo con la Casa Rosada.

Negociaciones y límites al apoyo

Jalil no es nuevo en la colaboración con el oficialismo: sus legisladores ya brindaron apoyo crucial en tramos de la Ley Bases y en la votación de Ganancias. Para esta nueva etapa, el apoyo no será incondicional, sino que dependerá de las concesiones.

Entre los temas prioritarios de negociación de Catamarca se encuentra el traspaso de la empresa Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) a la órbita provincial, una de las firmas que originalmente Milei buscaba privatizar.

En cuanto a la agenda legislativa, el gobernador se muestra dispuesto a facilitar la aprobación del Presupuesto 2026 y la "modernización laboral", pero traza una línea roja en la reforma del Código Penal. En su lugar, sus diputados buscarán impulsar la implementación de la jornada escolar extendida.

El Peronismo nacional intenta contener la fuga

La decisión de Jalil representa un duro golpe para Unión por la Patria. El bloque, que ya ha sufrido bajas (como las de los diputados de Tucumán y San Luis), podría ver reducida su bancada a 92 miembros si los catamarqueños concretan la ruptura. Esto pone en riesgo su condición de principal minoría en el recinto, un objetivo clave de La Libertad Avanza (LLA).

Los referentes de UP intentarán desactivar la fuga. El jefe de bloque, Germán Martínez, tiene previsto contactar a Jalil, mientras que la senadora Lucía Corpacci, exgobernadora y cercana a Cristina Kirchner, podría utilizar su influencia para ejercer presión, con la velada amenaza de que la división se replique en la legislatura provincial.

Mientras tanto, LLA realiza su propio cálculo, esperando rodear los 88 diputados con las incorporaciones del PRO y algunos radicales "libertarios", lo que haría fundamental cada voto provincial en la próxima distribución de poder en comisiones.