El Gobierno Nacional avanza en la creación de una nueva fuerza de seguridad: la Policía Migratoria. Esta unidad, que operará bajo la órbita del Ministerio de Seguridad, tiene como objetivo central profesionalizar e intensificar los controles y el patrullaje en las zonas fronterizas.
Según fuentes oficiales, esta decisión se basa en la necesidad de modernizar y profesionalizar los procesos de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM). La nueva unidad asumirá responsabilidades clave actualmente delegadas en otras fuerzas:
·Reemplazará a la Gendarmería Nacional en la cobertura de seguridad de las fronteras.
·Tomará el control de la seguridad en los aeropuertos, una función hoy a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Objetivo: combatir delitos y reasignar recursos
Voceros de la administración nacional señalaron que existe una "decisión política" de concretar la creación de esta unidad para mejorar el control del ingreso de delincuentes y combatir delitos transfronterizos como el contrabando.
"Lo lógico es que Migraciones controle los pasos, sino es un desperdicio. Habría reasignación de recursos", explicaron las fuentes, destacando que la estructura administrativa necesaria ya existe dentro de la DNM.
El Gobierno ya trabaja en el "diseño de la estructura, la dirección y el presupuesto" de la nueva fuerza. Se anticipó que la Policía Migratoria estará integrada por efectivos ya pertenecientes a otras fuerzas, quienes serán sometidos a una capacitación específica para su nuevo rol.
Este proyecto se enmarca en las modificaciones de seguridad del gobierno actual, que meses atrás también anunció la creación del Departamento Federal de Investigaciones (DFI), definido como una suerte de FBI estadounidense. La implementación de la Policía Migratoria se llevará a cabo bajo la dirección de la futura ministra de Seguridad, Alejandra Monteoliva, quien asumirá el cargo el 10 de diciembre tras la asunción de Patricia Bullrich en el Senado.
