La controversia por la adquisición de material militar presuntamente "vetusto" suma un nuevo capítulo, poniendo en entredicho las prioridades del Gobierno. La reciente compra de 27 vehículos blindados Stryker a Estados Unidos, por un valor total de 100 millones de dólares, se enfrenta a una dura comparación con la alternativa brasileña, el Guaraní, y a las críticas sobre la obsolescencia del equipo de la OTAN.
Los Stryker, utilizados por Estados Unidos en los conflictos de Afganistán e Irak, son vehículos diseñados para el transporte ágil de tropas. Aunque el Ejército Argentino justificó su elección argumentando la prioridad en "movilidad, protección y capacidad de respuesta", analistas señalan que esta adquisición se alinea con una tendencia de EE. UU. y la OTAN de deshacerse de material militar desactualizado.
Chatarra con costos ocultos
La situación se ilustra con un acuerdo paralelo: Polonia negocia la compra de 250 Stryker a Estados Unidos por el valor simbólico de un dólar, con el objetivo de evitar el costo de retornar estas unidades desplegadas en Europa a territorio estadounidense.
Sin embargo, como detalla un informe de Breaking Defense, esta "oferta" suele implicar altos costos ocultos. Los Stryker llegarían en condiciones deterioradas, requiriendo reparaciones costosas, modernización y la creación de un nuevo sistema de soporte y entrenamiento para una plataforma que Argentina —al igual que Polonia— nunca operó.
La alternativa del Guaraní: más barato y anfibio
La elección del Stryker fue cuestionada desde adentro del Ejército Argentino, donde se prefería el modelo Guaraní de Brasil. Esta preferencia se basaba en criterios de operatividad y economía:
1.Componentes Nacionales: Los Guaraní utilizan componentes mecánicos argentinos, incluyendo motor y transmisión de IVECO, facilitando la logística y el mantenimiento.
2.Prestaciones Clave: A diferencia de los Stryker, los Guaraní son anfibios, una característica crucial para la operatividad en los ríos del país.
3.Transferencia Tecnológica: La propuesta brasileña no imponía límites de cantidad y ofrecía transferencia de tecnología de fabricación.
Contraste de Precios y Eficiencia
Al analizar los números, la opción brasileña era significativamente más económica:
·Stryker (EE. UU.): Se adquirieron 27 vehículos por $100 millones de dólares. Esto eleva el costo por unidad a aproximadamente $3,7 millones de dólares.
·Guaraní (Brasil): La propuesta era de 161 vehículos (más cinco de entrenamiento) por $400 millones de dólares. El costo por unidad era de cerca de $2,5 millones de dólares.
Si Argentina hubiera optado por comprar 27 unidades del Guaraní, el gasto total habría sido de $67 millones de dólares, ahorrando $33 millones en comparación con la compra de los Stryker.
La preocupación interna radica en que, al elegir material usado, se obtiene un lote posiblemente heterogéneo, con un menor ciclo de vida útil y un mayor costo de mantenimiento, además de las limitaciones operacionales, como la incapacidad de "varear nuestros ríos", algo que el Stryker no permite.
