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En vísperas del primero de mayo, los trabajadores de Capital Humano se encontraron otra vez con la mala noticia de cesantías y cierres de programas y políticas públicas, una constante durante lo que va de la gestión libertaria del área social encabezada por Sandra Pettovello. Esta vez la motosierra arrasó con 110 empleados de planta transitoria y permanente a los que los funcionarios del ex Ministerio de Desarrollo Social les comunicaron, vía mail, que "no van a tener continuidad" en sus tareas o que serían transferidos a otras dependencias, aún sin confirmación alguna sobre su probable destino.

La situación generó inquietud entre los gremios, principalmente ATE Capital, cuyos referentes siguen peleando por no naturalizar el esquema de despidos permanente y mantenerse en pie de lucha, pese a que no existe diálogo con las autoridades a cargo.

Esta nueva tanda de despidos "se corresponde más con el escenario de persecución de hostigamiento y violencia que viene desarrollándose sobre los trabajadores del Estado", denunció la delegada de ATE Capital en la SENAF, Ingrid Manfred.

"Pettovello, particularmente, apuntó en los despidos contra compañeros que históricamente trabajaron con cooperativas, asociaciones, todo lo que es el desarrollo de proyectos socioproductivos con sectores vulnerables, con muchísimos años de antigüedad", agregó Manfred.