Un turista de 29 años vivió una experiencia aterradora en un zoológico de Filipinas tras ser atacado por un cocodrilo de 4,57 metros al que confundió con una estatua. El insólito incidente ocurrió en el Parque de Manglares y Humedales de Kabug, donde el hombre saltó al recinto del reptil con la intención de tomarse fotografías.
Según testigos presenciales, el turista ignoró la valla de alambre que delimitaba el área de los cocodrilos y caminó despreocupadamente por el agua. Con una sonrisa, sacó su teléfono inteligente para capturar una selfie junto al imponente animal, llamado Lalay. Sin embargo, la reacción del cocodrilo fue espontáneo y brutal: se abalanzó sobre el turista, hundiéndole sus afilados colmillos profundamente en el brazo.
Las impactantes imágenes del suceso muestran al turista retorciéndose de dolor mientras el depredador mantenía su brazo firmemente aprisionado entre sus poderosas mandíbulas, negándose a soltarlo. El cocodrilo también logró aferrarse a su muslo y realizó varios giros violentos, en un intento de mutilar su presa con un brutal "giro de la muerte".
El hombre permaneció atrapado durante una angustiosa media hora hasta que un valiente cuidador de Lalay arriesgó su propia seguridad e ingresó al recinto para intentar rescatarlo. El cuidador actuó con rapidez y golpeó un trozo de cemento en la cabeza del cocodrilo, lo que finalmente provocó que el reptil aflojara su agarre.
Como resultado del ataque, el turista sufrió heridas de gravedad en el brazo y el muslo, requiriendo más de 50 puntos de sutura en el hospital. La policía local calificó el incidente como consecuencia directa de la imprudencia del turista, catalogando su comportamiento como "muy peligroso". Hasta el momento, las autoridades del zoológico no han emitido ningún comentario oficial sobre lo ocurrido.