A una década de la histórica primera movilización que marcó un antes y un después en la visibilización de la violencia de género en Argentina, el centro de Neuquén Capital volvió a ser el epicentro de un masivo reclamo. Organizaciones sociales, feministas y sindicales colmaron las calles este martes para exigir políticas concretas contra la violencia machista y, con particular énfasis, la aparición con vida de Luciana Muñoz.
El 3 de junio de 2015 fue una fecha bisagra. Bajo la consigna #NiUnaMenos, los movimientos feministas lograron instalar en la agenda pública de todo el país la problemática de la violencia de género, que hasta entonces había sido naturalizada por gran parte de la sociedad. Diez años de lucha después, las movilizaciones se replicaron a nivel nacional, y Neuquén no fue la excepción.
La multisectorial feminista y transfeminista de Neuquén convocó a marchar desde las 17:00, frente al monumento a San Martín. El objetivo: exigir una vida libre de violencias, en un contexto que, según las organizaciones, está "atravesado por el ajuste y el vaciamiento de políticas públicas" por parte del gobierno de Javier Milei, señalando la "nula propuesta" de la administración libertaria en esta materia.
"Estamos compañeras del colectivo feminista, de los sindicatos estatales de la provincia, compañeras también de las organizaciones sociales para convocar al 3J a 10 años del 2015 para continuar exigiendo vidas libres de violencia para todos y todas", señalaron voceras en una conferencia de prensa previa a la movilización.
Un clamor central de la marcha fue la exigencia por la aparición con vida de Luciana Muñoz, desaparecida hace casi 11 meses, y justicia por el femicidio de Silvia Cabañares.
"Queremos saber dónde está Luciana y la queremos con vida. Está fallando la Justicia y está fallando el gobierno de la provincia si no hay una respuesta", remarcaron las voceras, evidenciando la grave preocupación por la falta de respuestas en estos casos.
El grito de "No estamos todas, falta Luciana" resonó con fuerza en el centro de la ciudad, encapsulando el sentir de una década de lucha y la persistencia de problemáticas que aún exigen una respuesta urgente por parte del Estado.