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El consumo masivo sufrió una caída del 3,2% en mayo, a pesar de la desaceleración de la inflación. Esta contracción se explica principalmente por el estancamiento de los ingresos reales de la población, que aún no logran recomponerse significativamente.

Según un relevamiento de la consultora Focus Market en 756 puntos de venta de todo el país, la cantidad de tickets registrados fue un 4,1% inferior al mes anterior, mientras que la facturación de los comercios se contrajo un 1,7%.

El impacto en el bolsillo y la mirada de los especialistas

Damián Di Pace, Director de Focus Market, explicó que este panorama se debe al estancamiento en los ingresos, especialmente en la clase media. "Aunque la inflación promedio mensual se modera, el alza en servicios, tras la corrección de precios relativos de la economía, resta capacidad de consumo en bienes. La recomposición salarial viene muy en línea con la inflación y los ajustes paritarios resultan insuficientes para revertir la caída acumulada del ingreso real", señaló.

El analista económico profundizó que "la baja de la inflación empodera mucho más a los pobres e indigentes que a la clase media que aún ve suba elevada en servicios", y que "el miedo ya no es a que suba el precio, sino a no administrar el ingreso para llegar a fin de mes".

En este contexto, Di Pace advirtió que el principal desafío para el Gobierno es "consolidar la estabilidad macroeconómica sin desatender el ritmo de recomposición social y del ingreso real". Además, destacó que las empresas de consumo masivo ya están ajustando sus estrategias con "promociones selectivas y reforzando presencia en canales de cercanía con descuentos y 2x1", buscando adaptarse a un consumidor con menor poder de compra.