Soledad, titular del local Deleite, volvió a denunciar un nuevo episodio de vandalismo. Según relató la propia comerciante, la persona sindicada como responsable —identificada por vecinos como “el Zorrito”— ya sería conocido por episodios similares en otros sectores.
“Otra vez esta persona, alias el Zorrito, me pasaron su nombre, un contacto y también me dijeron que le preguntara como le había ido en el Zani, porque se ve que anda haciendo delincuencia por otros sectores”, dijo Soledad, quien pidió que se avance con una investigación que permita aplicar sanciones efectivas.
La dueña comentó que se acercó a la Fiscalía para presentar la situación. “Me dijeron que tengo que esperar a que me llamen porque van a sacar las denuncias que él ya tiene acumuladas para que se le haga un proceso judicial como corresponde, porque aparentemente no debe estar declarado insano como dicen por ahí”, relató.
Soledad, que señaló que su emprendimiento emplea a una trabajadora y cuenta con una clientela consolidada, reclamó medidas que le permitan volver a trabajar con tranquilidad. “Lo único que yo quiero es que se haga justicia, quiero trabajar tranquila, esto es un emprendimiento, tengo una empleada, todos me conocen, tengo una excelente clientela y solo espero justicia, porque la voy a buscar yo, voy a hacer lo imposible para que esta persona pague, no con dos meses, sino con dos, tres, cuatro o cinco años, que aprenda que acá no se crece robando y rompiendo, acá hay que trabajar”, aseguró.
En su testimonio, Soledad reconstruyó episodios previos en los que el sospechoso habría ingresado a espacios privados y mostrado conductas que afectaron a vecinos y al comercio: “La primera vez se metió a orinar contra el paredon, a colgarse del caño. Se metió en una propiedad privada porque atrás del local se alquila una casa, ellas escucharon que salió una fuga de algo y me escucharon gritar a mi y salieron porque estaba en su casa, él entró en una propiedad privada”.
La comerciante además advirtió sobre la cercanía de locales de uso comunitario: “Al lado está la iglesia que la utilizan los fin de semanas, el se metió al patio”, contó, y remarcó los costos materiales que le dejó el último incidente: “Ahora yo estoy con la reparación del aire, no me sale dos pesos, a mi la justicia no me va a devolver la plata, él no me va a devolver la plata, las autoridades municipales no se acercaron, ellos tampoco me van a pagar ni la reparación del aire, ni lo que yo tengo que invertir de ahora en adelante, porque tengo pensar que voy a tener que poner una jaula afuera del equipo del aire para que nadie me lo toque otra vez”.
Soledad lamentó además la exposición que sufre por la impunidad percibida: “Yo no puedo estar expuesta a que me sigan rompiendo el local, voy a estar trabajando para reparar y para ellos. La persona está suelta, yo llegué a la comisaría y la persona había estado dos horas en la comisaría”, concluyó.
