Europa enfrenta una ola inusual de infecciones de Gripe A, identificada como la variante H3N2 subclado K. El brote ha motivado a varios gobiernos, incluido el de Reino Unido, a implementar medidas preventivas, ya que la aparición de casos se adelantó entre tres y cuatro semanas respecto a lo habitual.
Según un informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), naciones como Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España han detectado una propagación acelerada de este virus respiratorio.
Mutación K y alto contagio
La variante de Influenza A H3N2 subclado K contiene múltiples mutaciones genéticas que, según la Agencia de Seguridad Sanitaria británica (UKHSA), incrementaron la capacidad de transmisión del virus. No obstante, hasta el momento no se ha comprobado que esta subvariante genere cuadros clínicos más graves que otras cepas estacionales.
Este virus afecta particularmente a dos grupos demográficos: menores de cinco años y adultos mayores.
Los síntomas de esta gripe pueden ser intensos e incluyen:
·Malestar general severo.
·Fiebre alta.
·Dolor muscular.
·Tos seca y cansancio.
Médicos e investigadores han advertido que los cuadros clínicos de esta gripe son fácilmente confundibles con casos de COVID-19, por lo que sugieren enfáticamente la realización de pruebas combinadas para obtener un diagnóstico preciso.
Cierre de escuelas y presión en los sistemas de salud
La rápida dispersión del virus ha tenido consecuencias directas en la infraestructura pública:
·Impacto en España: La tasa media de incidencia a nivel nacional supera los 600 casos por cada 100.000 habitantes, con determinados departamentos registrando cifras que ascienden a más de 1600 casos por cada 100.000 habitantes.
·Cierres en Reino Unido: Varias escuelas debieron suspender temporalmente sus actividades. El caso más notorio ocurrió en Caerphilly (Gales), donde más de 250 alumnos y empleados se enfermaron simultáneamente, lo que llevó a las autoridades a interrumpir las clases para realizar una desinfección profunda.
El brote se produce en un momento crítico para el Sistema Nacional de Salud Pública (NHS) británico, que a finales de noviembre ya registraba 1.717 hospitalizaciones por gripe, la cifra más alta para ese periodo en años.
Recomendaciones de inmunización y prevención
Pese al aumento de transmisibilidad de la mutación K, los expertos señalaron que la eficacia de la vacuna se mantiene estable respecto a temporadas anteriores, por lo que la inmunización sigue siendo la principal recomendación para la población.
La UKHSA también instó a mantener hábitos de higiene, recordando que el lavado de manos y el uso de barbijos "siguen siendo una herramienta útil para limitar la propagación de virus respiratorios en algunas situaciones".
