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La madrugada del domingo en Centenario volvió a ser escenario de un grave incidente vial que, afortunadamente, no terminó en tragedia por puro azar. Un hombre de 33 años protagonizó un violento siniestro sobre la Ruta 7, a la altura del acceso por calle Ingeniero Ballester, tras perder por completo el control de su vehículo e impactar de lleno contra la infraestructura vial. (Foto getileza Centenario Digital)

Crónica de un impacto anunciado

El incidente se registró minutos después de las 6 de la mañana, cuando la visibilidad y el tráfico en la zona suelen ser reducidos. El conductor, a bordo de un Renault Clio, circulaba por la traza provincial cuando, al llegar a la intersección, "pasó de largo" en la calzada y colisionó contra la segunda rotonda del sector.

Personal policial de la Comisaría Quinta y del destacamento de Villa Obrera acudieron de inmediato al lugar. Al llegar, se encontraron con el vehículo visiblemente dañado, pero con una sorpresa mayor: a pesar de la violencia del choque, el conductor resultó ileso, lo que evitó la necesidad de trasladarlo a un centro asistencial.

Un resultado contundente: 1,99 gramos de alcohol

Lo que comenzó como una asistencia por accidente de tránsito derivó rápidamente en un procedimiento contravencional grave. Al realizarle el test de alcoholemia, el dispositivo arrojó un valor de 1,99 gramos de alcohol por litro de sangre, una cifra que casi cuadruplica los límites permitidos en jurisdicciones que aún no aplican el "Alcohol Cero" y que representa un estado de intoxicación severa, donde los reflejos y la percepción de las distancias se ven anulados.

Irregularidades múltiples y sanciones

La falta de sobriedad no fue la única transgresión detectada por los efectivos. Durante la verificación de la documentación, se constató una negligencia administrativa total por parte del automovilista:

  • Falta de Licencia: El hombre no poseía permiso habilitante para conducir.
  • Sin Seguro Obligatorio: El rodado carecía de la cobertura mínima exigida por la Ley Nacional de Tránsito para circular.

Ante este panorama, la Policía procedió a labrar las actas de infracción correspondientes y al secuestro de la unidad. El caso vuelve a poner en el centro del debate la eficacia de los controles de fin de semana en los accesos a la ciudad, en una zona donde la Ruta 7 se convierte en un punto crítico de siniestralidad vinculada al consumo de alcohol.