Los sismos que vienen ocurriendo en la zona de Sauzal Bonito, en algunas ocasiones han ocurrido más cerca de la planta de Buena Esperanza que de la zona urbana de la comisión de fomento. Hay alrededor de 6 kilómetros en línea recta entre el poblado y la toma de agua. Los sismos sucedidos el 17 de Julio pasado son un claro ejemplo de ello, teniendo en cuenta el mapa que se adjunta. Los epicentros se ubicaron apenas a un puñado de kilómetros del punto de emplazamiento de la planta.

Para los trabajadores del EPAS, las rajaduras de algunos de los edificios del complejo podrían estar relacionados con esos movimientos sísmicos. Pero aún cuando no fuera así, debieran llamar preocupación dado que hay algunas que tienen hasta 3 centímetros de abertura y otras que recorren paredes de arriba a abajo.

Es especialmente preocupante la situación del edificio donde está el sistema antiariete que, como se dijo, tiene una rajadura que nace en la vereda, sube junto a una columna hasta el techo, en el encadenado las piezas están totalmente separadas, en el techo se abrió el machimbre que, a su vez, deslizó las tejas y hay un agujero por donde simplemente se puede ver el cielo.

No obstante, quizás sea, o no, producto de los sismos, pero sencillamente precisa arreglo.

La planta de Buena Esperanza tendría un sector antísismico que es el que está en el río Neuquén y el resto de la estructura no tendría esa condición.

Cabe recordar que, algunos de los sismos que suelen ocurrir han llegado a tener magnitud superior a 4: fue 4.5 el 19 de noviembre de 2015; de magnitud 4.3 del 16 de noviembre de 2018; 4.0 del 9 de enero de 2019 y fue de magnitud 5 el 7 de marzo de 2019.

Un reciente informe de la Red Geo Chile advirtió hace un tiempo que "un eventual sismo de magnitud mayor a 4.0 Mw, con epicentro cerca de Sauzal Bonito e hipocentro superficial, puede volver a causar daños menores" como pequeñas grietas en muros.