Carlos Gutiérrez, secretario general de la CGT Zárate-Campana, advirtió que el plan económico actual está destruyendo la capacidad productiva del país, un proceso que bautizó como "industricidio". El dirigente alertó que los puestos de trabajo formales de la industria son reemplazados por el espejismo de las aplicaciones de delivery y transporte, como Uber y Rappi.
La preocupación por el estado de la economía productiva se ha instalado en el seno del sindicalismo. Carlos Gutiérrez, psicólogo social, directivo de Toyota y referente gremial, lanzó una severa advertencia sobre la dirección que ha tomado el mercado laboral: "Todos los días una empresa se achica, suspende, despide o directamente cierra, pero ¿qué empresas abrieron en estos dos años? Ninguna", declaró a Agencia Noticias Argentinas.
La metalurgia en cifras críticas
La alerta del sindicalista se basa en datos concretos del sector que representa. Un informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA) confirma un escenario de estancamiento:
·Caída Interanual: La actividad en la metalurgia retrocedió un 4,6% interanual en octubre, aniquilando los pequeños avances que el sector había logrado.
·Producción Acumulada: El crecimiento acumulado en lo que va de 2025 es prácticamente nulo (0,1%), y la producción total se encuentra un 17,7% por debajo de los niveles registrados a mediados de 2023.
·Capacidad Instalada: El indicador más alarmante es la utilización de la capacidad instalada, que se desplomó al 44,3%, un valor similar al de los momentos más duros de la pandemia. Esto significa que más de la mitad de la maquinaria industrial está inactiva o subutilizada.
La ilusión del cuentapropismo
Gutiérrez, quien define el programa económico como una "continuidad de Martínez de Hoz y Cavallo", lo calificó sin ambages como un "industricidio", en referencia a la pérdida del capital social y productivo acumulado por generaciones.
El dirigente desmitificó el trabajo de aplicaciones como una alternativa real para la salida laboral. Denunció que el desempleo se está "barriendo bajo la alfombra del cuentapropismo" (autos para Uber o motos para Rappi), una situación que es una "especie de ilusión":
"Es mentira que eso es laburo... Si metés en la cuenta el mantenimiento del auto, el desgaste, lo que hacés es comerte el capital. Si compraste un auto cero y lo vendés con más de trescientos o cuatrocientos mil kilómetros, ¿cuánto perdiste? Además, ¿quién le presta guita a un chofer precarizado para renovar su unidad?"
Autocrítica sindical y desafíos futuros
El líder de la CGT Zárate-Campana también dirigió sus críticas hacia un sector del propio sindicalismo, especialmente a la dirigencia nacional de ASIMRA (Asociación de Supervisores de la Industria Metalmecánica).
Según Gutiérrez, los sindicatos han fallado en su obligación de crear conciencia nacional y de clase. Este déficit, a su juicio, explica por qué "hay pibes que laburan en una fábrica pero votan a Milei y celebran las importaciones".
Para el dirigente, es urgente no solo confrontar el ajuste, sino también debatir la robotización y la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA), pero no para oponerse a la tecnología, sino para "encontrar la integración más inteligente desde el interés de los trabajadores". Concluyó que quien no esté preparado para dar esta pelea debe "irse a la casa a disfrutar de los nietos".
