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​A través del Decreto 929/2025, el Ejecutivo dosifica el impacto de los impuestos postergados. El esquema busca evitar un salto brusco en los surtidores, aunque fija nuevos montos para el inicio de 2026.


​BUENOS AIRES.– En un nuevo intento por equilibrar la recaudación fiscal sin disparar la inflación, el Gobierno Nacional oficializó este miércoles el Decreto 929/2025. La normativa establece un esquema de actualización parcial para los impuestos que gravan a los combustibles, postergando una vez más el impacto total de los incrementos acumulados durante 2024 y 2025.

​La medida modifica el cronograma que estaba previsto en el Decreto 617/2025, moviendo la fecha de la actualización integral del 1 de enero al 1 de febrero de 2026. De esta manera, el Palacio de Hacienda gana un mes de margen para evitar que la presión impositiva impacte de lleno en los precios finales de la nafta y el gasoil durante el primer mes del año.

​Los nuevos valores para enero

​Pese a la prórroga del aumento total, el decreto dispone que entre el 1 y el 31 de enero de 2026 regirán incrementos específicos en el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDCB).