P_: Fiscal, ¿hubo una posible planificación de un atentado contra la fiscalía, contra un fiscal, me imagino que debe ser..?

GL_: Mire.. ponerle el título de atentado sería un poco...

P_: No, no.. planificación de un ataque...

GL_: Si, podemos llegar a circunscribirlo en tanto y en cuanto se aprueba que hay una suerte de amenaza o coacción, veremos cómo lo podemos titular. Pero sí existió y existen, estas actitudes absolutamente fuera de lugar y reprochables por parte de una persona imputada hacia integrantes del Ministerio Público Fiscal.

P_: ¿Y además que aparece acusada como instigadora en otro delito similar?

GL_: Ella está en cuanto menos de la formulación de cargos imputada por el ministerio público fiscal de la instigación de un homicidio y a su vez de abusos de armas. Esa fue la elección del delito de reproche hacia ella. Obviamente es, ni más ni menos que una formulación de cargos, no hay una condena ni muchísimo menos, pero ya está un proceso en marcha, con plazos acordados y que ya nos corren para ver qué solución tomamos sobre el tema.

P_: En el barrio Progreso hubo un caso de alguien que prendió fuego en una casa que dijo 'me pagaron para matarte pero como no está el que yo tengo que matar les voy a prender fuego a la casa' y tiró una bomba molotov. Digo, ¿hay sicarios en esta ciudad?

GL_: No lo sé.

P_: ¿No han aparecido en las investigaciones judiciales?

GL_: No, puede haber personas que estén instigadas o llevadas a cometer determinados delitos. Hablar de sicarios es algo un poquito más complejo...

P_: ¿El sicario no es aquel que cobra para matar, para cometer un delito?

GL_: Si, pero no nos interesa como figura. Es una figura típica que existiesen los sicarios, lo cierto es que, en estos casos, o por lo menos en el caso concreto que fue la muerte del señor Charpentier en febrero del año pasado, hubo un autor material, hubo un condenado como participe primario y hay una persona imputada como instigadora. De eso ahí, a que se convierta en un sicario como a veces novelescamente se puede dar a quererlo, es otra cosa...

P_: Ahora ¿no es el modus operandi del sicario?

GL_: Es una modalidad. El sicario vive de eso, que me instiguen a cometer un delito no me convierte en un sicario.

P_: Claro, claro, en este caso no vive de eso, fue una cuestión coyuntural. La narcocriminalidad en Cutral Co y Plaza Huincul ¿se está complejizando? ¿Se está volviendo más violenta para hacerlo más directo?

GL_: Sí, esto era una previsión más o menos esperable en punto a los efectos que iba a generar la desfederalización. ¿Qué quiero decir?. Cuando desde principios de este año el Poder Judicial Provincial toma o se crea la ley, se pone en vigencia la ley que pasa a la justicia provincial la narcocriminalidad o el microtráfico, que esto no es ni más ni menos que entre el 70 y el 80 % del movimiento que tenía el Fuero Federal de esos aspectos, en un caso como el de Cutral Co y Plaza Huincul, de nuestra comarca, donde no había presencia federal, generó acciones concretas por parte de la fiscalía y de la policía y de todos los organismos en pos de combatir este tipo de delitos. Generó allanamientos, secuestros, incautaciones. La semana que viene va a una formulación de cargos, en fin, ahí ya empieza la maquinaria judicial a estar encima de esta actividad delictiva, lo que naturalmente no va a generar en aquellos actores de la narcocrimialidad una actitud pasiva y correrse de este mercado nefasto como si fuera un comerciante que vende cualquier cosa, tiene sus consecuencias.

Y son actividades ilícitas que van de la mano de otro tipo de delitos, sean abusos de armas, sean robos, sean amenazas, sean coacciones, eso naturalmente va a generar un movimiento, un ruido conexo, si se quiere, al microtráfico.

P_: ¿O sea que lo que ustedes esperan es haya un repunte de la violencia o de la resistencia?

GL_: Sí, normalmente, con lo que ha pasado en otras provincias que adoptaron la desfederalización, hay una suerte de escalada, después un amesetamiento, normales, esperables, más que normal y se acomodan un poco las piezas.