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​Oscar Olivera, de 49 años, fue atropellado mientras caminaba hacia su trabajo en Nordelta. La mujer al volante dio positivo en el test de alcoholemia, pero recuperó la libertad en menos de 48 horas.

​GENERAL PACHECO.– La desolación y la furia se apoderaron de la familia de Ramón Oscar Olivera (49), un trabajador que perdió la vida el pasado domingo 28 de diciembre tras ser embestido por una camioneta Jeep Renegade. El hecho, que quedó registrado por cámaras de seguridad, sumó un capítulo de indignación cuando la conductora, que manejaba alcoholizada, fue excarcelada tras pagar una fianza.

​Oscar no era solo una estadística más de los accidentes viales. Era un hombre que trabajaba entre 13 y 15 horas diarias en el área de mantenimiento de un country en Nordelta.

Para llegar a su puesto, cada día realizaba una odisea: salía de su casa en Malvinas Argentinas y combinaba tres colectivos. Fue precisamente en ese trayecto, mientras cruzaba el Corredor Bancalari a la altura del barrio Santa Bárbara, donde encontró la muerte.

​Alcoholemia positiva y libertad inmediata

​La conductora fue identificada como Yesica Loreley Quevedo (41), una emprendedora domiciliada en Lomas de Zamora. Tras el impacto, el personal policial le realizó el test de alcoholemia, que arrojó 0,63 gramos de alcohol por litro de sangre. Cabe recordar que en la provincia de Buenos Aires rige la ley de Alcohol Cero.

​A pesar del agravante del estado de ebriedad y de haberse negado a declarar, la Justicia le otorgó la libertad el pasado martes. La decisión del fiscal José Amallo de permitirle abonar una fianza para salir de la comisaría desató el dolor de los allegados de la víctima.

​Un sueño truncado

​La tragedia de Oscar es doblemente dolorosa por el contexto familiar. El hombre estaba a punto de cumplir 50 años y, tras una vida de esfuerzo, iba a ser padre por primera vez. Su pareja cursa actualmente el tercer mes de embarazo.

​“Le robó la vida a mi hermano, nos robó la vida a todos. Sus pertenencias estaban por todo el camino: su abrigo, sus anteojos, el celular... Él estaba todo roto, con la cara destrozada”, relató su hermana en un desgarrador testimonio.

​La situación judicial

​La causa está caratulada como “homicidio culposo”. Aunque Quevedo ya se encuentra en su domicilio, la investigación continúa para determinar las responsabilidades penales definitivas. Las imágenes de las cámaras de seguridad son una prueba clave en el expediente, ya que muestran el momento exacto en el que Olivera es embestido violentamente cuando ya estaba terminando de cruzar el camino.

​Recuadro: El desamparo del peatón

​Este caso vuelve a poner el foco en la vulnerabilidad de los trabajadores que transitan las zonas aledañas a los barrios privados del Conurbano. Oscar Olivera murió en la banquina, en el mismo corredor donde cientos de personas caminan a diario para prestar servicios en las urbanizaciones de lujo, muchas veces expuestos a conductores que ignoran las normas básicas de tránsito.