Image

El robo a la sucursal local del banco Credicoop dejó algunos datos interesantes: las cámaras del Centro de Monitoreo detectaron el hecho e hicieron el seguimiento completo del camino que tomaron los malvivientes lo que permitió que, apenas un puñado de horas después, la justicia diera intervención a la policía para producir las detenciones de los dos malvivientes.

Las cámaras, en rigor de verdad, ya habían servido para trazar el camino que había hecho el asesino de la abuela Celia Maidub antes de llegar al lugar del hecho. Cabe recordar que en la previa había herido a la doctora María cristina Alvarez, en un hecho ocurrido minutos antes del atroz homicidio. Pero aquella vez, todo el armado de las pruebas había llevado varios días.

En primer lugar, el pedido al municipio de las imágenes, en segundo lugar, rearmar todo el trayecto desde el cruce de la ruta 22 hasta la terminal y desde allí, hasta el suceso final en la calle Chubut.

En aquel momento, la ciudad contaba con una treintena de cámaras que dejaban momentos "oscuros" del recorrido. Además, la policía trabajaba por un lado, la justicia por el otro y, el dueño de las imágenes, por otro.

Hoy, hay 270 cámaras distribuidas en la ciudad. Es muy difícil para la delincuencia encontrar caminos “grises” o sin cobertura de imágenes.

Compartir el sistema con policía y la justicia: una buena decisión

¿Qué ocurrió; cuál es la diferencia?. Ahora la policía y la justicia acceden en tiempo real a las imágenes de las cámaras. El que toma las imágenes, el que investiga y el que recoge las pruebas, todos tienen acceso directo a lo que está ocurriendo. De esta forma, se despejan dudas para las decisiones, se apuran los tiempos, es más rápido intervenir y detener. Acusar ya lo era.

Dotar a la justicia de “ojos en la calle” podría ser lo que faltaba para dinamizar el trabajo del Ministerio de Público Fiscal en general, fiscales y jueces en particular. Esto es para dilucidar los hechos que hacen a la inseguridad así como detener y castigar a los autores.
Indudablemente, el sistema persecutorio del delito ha tenido importantes mejoras. Esto es notorio en los niveles de eficacia de la justicia: más del 90% de los hechos violentos que ocurren en la comarca tienen al culpable detenido y condenado en menos de un año.

Queda trabajo por hacer en dos renglones sensibles de la inseguridad: los robos a viviendas y la prevención, es decir que la seguridad desaliente al ladrón a robar. Pero, indudablemente, se han dado pasos importantes.

De todos modos, la única verdad es la realidad. Se viene otra temporada estival, donde los robos a viviendas tienen su momento especial por las vacaciones de muchos vecinos. Habrá que ver qué balance deja el verano.

Un dato a considerar es la dotación policial. Una versión de fuentes confiables, indica qué para Navidad hubo dos móvil por área con dos efectivos por unidad más dos refuerzos, en total 20 uniformados encargados de la prevención en las dos ciudades, en una noche con controles preventivos y muchos, muchísimos, jóvenes en las calles.