Guillermo Francos, el jefe de Gabinete, estuvo presente en la inauguración de la Exposición Rural en Palermo, un evento que sirvió de plataforma para abordar las tensiones entre el Poder Ejecutivo y los gobernadores. En un contexto de fuertes reclamos provinciales por el reparto de la coparticipación, Francos buscó matizar las diferencias y tender puentes, aunque sin ceder en los principios económicos del gobierno.
El funcionario expresó su deseo de acercar posiciones con los mandatarios provinciales, a pesar de lo que percibió como una "reticencia" por parte de ellos. "Siempre intentamos acercarnos, ellos se alejan un poco a veces, priman las circunstancias políticas", comentó Francos al ingresar al predio ferial, mostrando un optimismo cauteloso sobre la posibilidad de recomponer el diálogo.
Por la tarde, se esperaba que Francos coincidiera con varios gobernadores en el cóctel de la entidad ruralista. Este encuentro podría marcar un punto de inflexión tras la media sanción en el Senado a un proyecto de ley impulsado por las provincias. Dicha iniciativa busca modificar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y alterar la distribución de los fondos provenientes del impuesto a los combustibles.
Francos confirmó su asistencia al cóctel, anticipando un "saludo cordial" y un "diálogo cordial" con los gobernadores, a pesar de que estos habían solicitado una convocatoria formal del gobierno. Sin embargo, no dejó dudas sobre la postura presidencial: el gobierno vetará "todas las leyes que impliquen un gasto fuera de lo previsto". La prioridad, según Francos, es "mantener el equilibrio fiscal".
La obra pública y las retenciones: los desafíos económicos
El jefe de Gabinete también se refirió a la precaria situación de la obra pública. Aunque admitió que "no hay dudas de que está mal", atribuyó la problemática a "40 años" de administraciones previas, señalando "corrupción, desidia, abandono". En ese sentido, defendió la gestión actual, afirmando que "este gobierno está decidido a encararlo dentro de los tiempos necesarios" y enfatizando que no se puede exigir a la administración de Milei resolver todos los problemas en tan poco tiempo.
En cuanto a las retenciones, Francos fue evasivo sobre posibles nuevos anuncios, aunque destacó que en las economías regionales se están eliminando progresivamente. Si bien el presidente Milei considera las retenciones "un mal impuesto", el jefe de Gabinete reconoció que representan "una parte importante de los ingresos para mantener el equilibrio fiscal". En línea con el discurso oficial, prometió que "la motosierra va a seguir", sugiriendo que la reducción del gasto público continuará para permitir la eliminación de más impuestos.