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El Gobierno nacional presentó una denuncia penal ante la Justicia por la difusión de audios que, según sospechan, fueron grabados de manera ilegal dentro de la Casa Rosada y en los que se escucha la voz de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció la medida a través de sus redes sociales, calificando el hecho como una "operación de inteligencia ilegal" con el objetivo de desestabilizar al país en plena campaña electoral.

Adorni sostuvo que se trata de "conversaciones privadas" que fueron "manipuladas y difundidas para condicionar al Poder Ejecutivo". La denuncia vincula directamente este episodio con las elecciones, señalando que el objetivo es influir "maliciosamente en el proceso electoral" a solo 10 días de los comicios en la provincia de Buenos Aires.

Una cadena de grabaciones que sacude al oficialismo

La filtración de estos audios ocurre después de una semana en la que el gobierno libertario se vio afectado por otras grabaciones. En ellas, el extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, hablaba de supuestas coimas dirigidas a la hermana del Presidente y a su hombre de confianza, Eduardo "Lule" Menem. Aunque la Casa Rosada desmintió categóricamente el contenido de estas grabaciones, la nueva filtración ha sumado un elemento de intriga al conflicto.

Los audios atribuidos a Karina Milei, divulgados por el mismo medio que los de Spagnuolo, no contienen delitos, pero sí evidencian que alguien la grabó en una reunión de trabajo. En los fragmentos, se escucha a la funcionaria pedir "estar unidos" y mencionar su extensa jornada laboral. El Gobierno ha reaccionado con fuerza, calificando la situación como un "escándalo sin precedentes" y asegurando que "sería la primera vez en la historia argentina que se graba a un funcionario dentro de la Casa Rosada".