El juez Alejandro Patricio Maraniello, conocido por haber prohibido la difusión de los audios atribuidos a Karina Milei, se encuentra bajo la lupa del Consejo de la Magistratura. El magistrado es investigado por una serie de graves acusaciones que incluyen abuso de poder, acoso laboral y sexual, maltrato y manejo inadecuado de recursos públicos.
Maraniello, que tiene seis expedientes abiertos en su contra, enfrenta una situación judicial y profesional muy compleja. Según fuentes judiciales, existe la sospecha de "foro de conveniencia", una teoría que sugiere que el juez habría actuado con rapidez en el caso de Karina Milei para ganar el favor del Gobierno y evitar su destitución.
Denuncia de acoso sexual y un rápido accionar judicial
Una de las denuncias más graves contra Maraniello proviene de una empleada judicial que lo acusó de acoso sexual. La mujer relató que fue sometida a "tocamientos y besos no consentidos" y que tuvo que acceder a tener relaciones sexuales para poner fin a la situación. Aunque la víctima no quiso iniciar una acción penal, la Fiscalía consideró que podría tratarse de un delito de acción pública y la causa quedó a cargo de los fiscales Carlos Stornelli y María Servini.
A pesar de las graves acusaciones en su contra, Maraniello actuó con inusitada velocidad en la denuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El juez ordenó con efecto inmediato la prohibición de difundir los audios en cualquier medio, incluyendo redes sociales, y ofició a ENACOM para que se asegure el cumplimiento de su resolución. Este accionar le ha valido el apodo de "juez Baru Budu Budía" en redes sociales, en una clara alusión a la jueza María Servini, quien en 1992 censuró al humorista Tato Bores.